[Predicación en la parroquia de San José en New Brunswick, NJ.]
* En distintas ocasiones del año damos y recibimos regalos. ¿Qué queda de todo ello? Hoy nos preguntamos cuál es el regalo perdurable. Y descubrimos que sólo aquel que acoge y sigue con amor la voluntad de Dios ha marcado una verdadera diferencia en su vida.
* Siguiendo algunos textos fundamentales del Evangelio, y algunas palabras sabias de varias mujeres santas, meditamos en cinco puntos:
1. Los obstáculos mayores no están afuera sino adentro. Lo más importante en la vida no son las acciones sino las reacciones.
2. Es más seguro el camino de las espinas y las dificultades. Con facilidad la prosperidad sin tropiezos nos vuelve desagradecidos primero y arrogantes e incrédulos después.
3. Desconfía de tu necesidad de recibir un pago por cada esfuerzo.Más allá del inmediatismo, todo lo humano requiere el verbo cultivar.
4. Sufrir pasa pero haber sufrido queda. No pierdas las lecciones y tesoros que vienen de las etapas duras del camino.
5. No existe la evangelización en masa: cada persona debe ser engendrada en Cristo y acompañada.