[Curso ofrecido en la Universidad Santo Tomás de Bogotá, en el segundo semestre de 2015.]
Tema 7: Madre de Dios
1. Origen: ¿es Ella la Madre de Dios?
1.1. Aparentemente esta cuestión se presenta como problema. Cristo es el origen de todas las cosas, por ello Él no puede ser originado por otro. Vemos que no podemos hacer Mariología sin atenernos a la Cristología. Luego, de igual manera, toda cuestión cristológica nos lleva a una cuestión soteriológica.
1.2. Hubo dos herejías, arrianismo (Jesús es la primera criatura que Dios hizo) y nestorianismo (hay dos personas asociadas: una humana y otra divina), que intentan responder a esta cuestión del origen pero no lo consiguen.
1.3. La solución fueron los Concilios de Éfeso y Calcedonia con sus formulaciones técnicas: una sola persona y dos naturalezas-orígenes.
1.4. El lenguaje bíblico no da para responder estos temas.
2. Maternidad y Paternidad
2.1. Algunos contemporáneos nuestros ven más conveniente tratar a Dios como madre que como padre.
2.2. Maternidad y paternidad se entienden como el origen dentro de una misma naturaleza, según Santo Tomás de Aquino. Para que María sea madre decimos que Ella es origen de la naturaleza humana de Jesús. Entendiendo por naturaleza lo que un ser es por sí, con sus propias características.
2.3. ¿Cuál es la diferencia entre padre y madre? La manera como un hijo se relaciona con cada uno de sus padres es distinta. El concepto clave es la continuidad y discontinuidad. La madre es origen dentro de la continuidad donde la criatura es casi una prolongación (o parte) de sí misma. El padre, en cambio, necesita que le cuenten. El hijo participa de la naturaleza y del amor de ambos padres, pero de una manera diferente. Amor desde la continuidad da soporte (base) y desde la discontinuidad mueve a buscar lo que a uno le hace falta. La madre fortalece la fuente y el padre la meta.
2.4. Si aplicamos la teoría tomista a Dios vemos que en Dios hay discontinuidad respecto al Universo, a todo lo creado. Hemos de ver a Dios como Padre que con una mirada externa, pero no exenta de amor, espera nuestra perfección y nos llama a ella.
2.5. En Cristo (Dios encarnado) vemos dos orígenes: un origen eterno del Padre y un origen temporal de la Madre María. Hay una continuidad que nunca se rompe entre Jesús y María, por ello también habrá continuidad en el momento de la Redención.
2.6. Para entender que la idea de los dos orígenes no es contradictoria conviene hablar de la Comunicación de Idiomas. Se trata de nombrar con lenguaje humano un sujeto divino (Dios llora) o usar un lenguaje propiamente divino y aplicarlo a un hombre (Jesús de Nazareth perdona pecados; o resucita a un muerto). No disminuye la divinidad con la communicatio idiomatum porque todo lo que parece débil propio de la carne es donación y revelación de Dios. El modo de revelarse Dios es a base de donación. La divinidad nunca se oscurece sino que está escondida y se despoja y dona. La revelación más perfecta de la divinidad es una donación que no conoce límites.
2.7. Autoridad sobre Dios. La madre tiene autoridad sobre su hijo. Pero ¿quién tiene autoridad sobre Dios? La que tiene autoridad sobre Dios tiene que estar llena de Dios. María, por lo tanto, es la Inmaculada.
3. Lo Masculino y lo Femenino
3.1. El dios que se hace presente en la historia humana es algo muy frecuente en la mitología. La mentalidad pagana de la interacción del dios con el hombre supone una trivialización del sexo. Esta idea no es la que se debe aplicar al Misterio de la Encarnación. La Encarnación supone la presencia y la acción del Espíritu Santo. Son cuatro puntos clave:
3.1.1. El Espíritu Santo no es la parte masculina en la Encarnación.
3.1.2. La expresión “Esposa del Espíritu Santo” es desafortunada pero se puede suplir por “Sagrario del Espíritu Santo”.
3.1.3. La Encarnación no afecta a las células germinales (óvulos) de María.
3.1.4. Solo hay un paradigma teológico que explica la Encarnación: la creación. A partir de la naturaleza de María surge la Encarnación. La “nueva creación”, que es Cristo, proviene de María. No se precisa entender completamente porque es un misterio pero sí es importante ver que no entraña una contradicción. Entender la creación es entender no lo que es, sino lo que no es. La única manera de entender la maternidad de María es entenderla como Maternidad Virginal.
4. Significado de que sea verdadera Madre
Toda la Mariología depende del hecho que María sea Madre de Dios. No hay por lo tanto fiesta más importante de la Virgen María que la que celebramos el 1 de enero: la Solemnidad de María, Madre de Dios. Si Ella es Madre, entonces tiene verdadera autoridad y si la tiene, ello la hace una criatura santa.
Las implicaciones en la vida de la Iglesia son que María se preocupa de nuestras formaciones, porque en cada uno de nosotros se está formando Cristo, su verdadero Hijo.