Tres palabras sobre la Cruz

Jesús llegó a la Cruz, después de prepararse durante treinta y tres años, ¡toda su Vida!

La Cruz está presente en todo, y viene cuando uno menos se la espera. -Pero no olvides que, ordinariamente, van parejos el comienzo de la Cruz y el comienzo de la eficacia.

El Señor, Sacerdote Eterno, bendice siempre con la Cruz.

Más pensamientos de San Josemaría.

La pendiente resbaladiza de la eutanasia

“Un documental australiano ha filmado en Bélgica la eutanasia de una mujer de 85 años, saludable pero deprimida. El documental salió al aire la semana pasada y atrajo la atención internacional sobre la política de «muerte administrada por un doctor», cada vez más extendida en aquel país…”

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Tiempo para oír barbaridades

Cuando escuches barbaridades, incluso si las dicen obispos y prelados de alto rango, no dejes de considerarlas barbaridades. Si un cardenal dice que debería aprobarse el divorcio, cosa que ya sucedió en el actual Sínodo por boca de Mons. Lacunza, y si da como gran argumento que el divorcio lo aprobó Moisés, de ese hecho debes deducir tres cosas:

1. Estamos mal en muchas cosas en la Iglesia Católica; hay que hacer oración y penitencia.

2. Se está cumpliendo lo que dijo la Biblia: “Y habrá de llegar un día en que ya no soporten la doctrina sana, antes bien se dediquen a buscar continuamente nuevos maestros amoldados a sus gustos y que halaguen sus oídos; y entonces, en lugar de complacerse en la verdad, volverán su atención hacia las fábulas.” (2 Timoteo 4,3)

3. No importa quién diga qué, es hora de aferrarnos a la Sagrada escritura y a esa guía inmejorable: el catecismo de la Iglesia Católica.

Reitero: hay que orar. Y orar. Y orar. Si pedimos insistentemente a Dios, él nos dará mejores pastores.

Breve ordo para la semana del 11 al 17 de octubre de 2015

Videos de micro-homilías para esta semana:


Liturgia de las Horas para esta semana:

Domingo 11 de octubre de 2015: Domingo XXVIII del Tiempo Ordinario, ciclo B

Lunes 12:

Martes 13:

Miércoles 14:

Jueves 15: Memoria de Santa Teresa de Jesús, virgen y doctora de la Iglesia

Viernes 16:

Sábado 17: Memoria de San Ignacio de Antioquía, obispo y mártir


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El fundamento de la autoridad política según el pensamiento de la Iglesia

393 La Iglesia se ha confrontado con diversas concepciones de la autoridad, teniendo siempre cuidado de defender y proponer un modelo fundado en la naturaleza social de las personas: « En efecto, como Dios ha creado a los hombres sociales por naturaleza y ninguna sociedad puede conservarse sin un jefe supremo que mueva a todos y a cada uno con un mismo impulso eficaz, encaminado al bien común, resulta necesaria en toda sociedad humana una autoridad que la dirija; una autoridad que, como la misma sociedad, surge y deriva de la naturaleza, y, por tanto, del mismo Dios, que es su autor ».799 La autoridad política es por tanto necesaria,800 en razón de las tareas que se le asignan y debe ser un componente positivo e insustituible de la convivencia civil.801

394 La autoridad política debe garantizar la vida ordenada y recta de la comunidad, sin suplantar la libre actividad de los personas y de los grupos, sino disciplinándola y orientándola hacia la realización del bien común, respetando y tutelando la independencia de los sujetos individuales y sociales. La autoridad política es el instrumento de coordinación y de dirección mediante el cual los particulares y los cuerpos intermedios se deben orientar hacia un orden cuyas relaciones, instituciones y procedimientos estén al servicio del crecimiento humano integral. El ejercicio de la autoridad política, en efecto, « así en la comunidad en cuanto tal como en las instituciones representativas, debe realizarse siempre dentro de los límites del orden moral para procurar el bien común —concebido dinámicamente— según el orden jurídico legítimamente establecido o por establecer. Es entonces cuando los ciudadanos están obligados en conciencia a obedecer ».802

395 El sujeto de la autoridad política es el pueblo, considerado en su totalidad como titular de la soberanía. El pueblo transfiere de diversos modos el ejercicio de su soberanía a aquellos que elige libremente como sus representantes, pero conserva la facultad de ejercitarla en el control de las acciones de los gobernantes y también en su sustitución, en caso de que no cumplan satisfactoriamente sus funciones. Si bien esto es un derecho válido en todo Estado y en cualquier régimen político, el sistema de la democracia, gracias a sus procedimientos de control, permite y garantiza su mejor actuación.803 El solo consenso popular, sin embargo, no es suficiente para considerar justas las modalidades del ejercicio de la autoridad política.

NOTAS para esta sección

799Juan XXIII, Carta enc. Pacem in terris: AAS 55 (1963) 269; cf. León XIII, Carta enc.Inmortale Dei: Acta Leonis XIII, 5 (1885) 120.

800Cf. Catecismo de la Iglesia Católica, 1898; Sto. Tomás de Aquino, De regno. Ad regem Cypri, I,1: Ed. Leon. 42, 450: « Si igitur naturale est homini quod in societate multorum uiuat, necesse est in omnibus esse aliquid per quod multitudo regatur. Multis enim existentibus hominibus et unoquoque id quod est sibi congruum prouidente, multitudo in diuersa dispergetur nisi etiam esset aliquid de eo quod ad bonum multitudinis pertinet curam habens, sicut et corpus hominis et cuiuslibet animalis deflueret nisi esset aliqua uis regitiua communis in corpore, quae ad bonum commune omnium membrorum intenderet. Quod considerans Salomon dixit: “Ubi non est gubernator, dissipabitur populus” ».

801Cf. Catecismo de la Iglesia Católica, 1897; Juan XXIII, Carta enc. Pacem in terris: AAS 55 (1963) 279.

802Concilio Vaticano II, Const. past. Gaudium et spes, 74: AAS 58 (1966) 1096.

803Cf. Juan Pablo II, Carta enc. Centesimus annus, 46: AAS 83 (1991) 850-851; Juan XXIII, Carta enc. Pacem in terris: AAS 55 (1963) 271.


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