* Hay procesos de conversión que nos llenan de alegría y admiración por su profundidad y agilidad; porque hay convicción y compromiso. Hay en cambio otros procesos que en su lentitud o inconstancia llaman al desaliento. ¿Por qué sucede esto?
* Claramente es el Espíritu de Dios quien está al frente del camino de nuestra conversión pero ello no disminuye la importancia que debemos dar a los varios “aceleradores” que pueden quitar obstáculos al trabajo de la gracia. Con ello en mente, revisamos brevemente experiencias claves en las vidas de algunos sanotos:
(1) Decepción (muerte de Isabel de Portugal) – Búsqueda de Eternidad – San Francisco de Borja
(2) Duda – Anhelo de verdad – San Justino
(3) Futilidad – Búsqueda de verdadera victoria – San Bruno
(4) Fragilidad – Anhelo de firmeza – Santa Catalina de Siena
(5) Fractura – Búsqueda de la gracia de la coherencia – San Agustín de Hipona
(6) Dulzura – Santa Teresa del Niño Jesús
(7) Verdad – Santo Tomás de Aquino
(8) Alegría – San Francisco de Asís
(9) Gratitud – Santa Clara de Asís
(10) Belleza – Santa Bernardita Soubirous