Adhesión, Decisión y Crecimiento

* Hay procesos de conversión que nos llenan de alegría y admiración por su profundidad y agilidad; porque hay convicción y compromiso. Hay en cambio otros procesos que en su lentitud o inconstancia llaman al desaliento. ¿Por qué sucede esto?

* Claramente es el Espíritu de Dios quien está al frente del camino de nuestra conversión pero ello no disminuye la importancia que debemos dar a los varios “aceleradores” que pueden quitar obstáculos al trabajo de la gracia. Con ello en mente, revisamos brevemente experiencias claves en las vidas de algunos sanotos:

(1) Decepción (muerte de Isabel de Portugal) – Búsqueda de Eternidad – San Francisco de Borja

(2) Duda – Anhelo de verdad – San Justino

(3) Futilidad – Búsqueda de verdadera victoria – San Bruno

(4) Fragilidad – Anhelo de firmeza – Santa Catalina de Siena

(5) Fractura – Búsqueda de la gracia de la coherencia – San Agustín de Hipona

(6) Dulzura – Santa Teresa del Niño Jesús

(7) Verdad – Santo Tomás de Aquino

(8) Alegría – San Francisco de Asís

(9) Gratitud – Santa Clara de Asís

(10) Belleza – Santa Bernardita Soubirous

Aborto, ¿qué se puede hacer?

“El aborto elimina, cada año, millones de hijos. Destruye los corazones de millones de madres. Fomenta entre muchos una mentalidad según la cual el aborto no sería algo malo por ser tan frecuente y por estar garantizado por leyes de países democráticos. Frente a una situación así, ¿qué se puede hacer? Alguno encogerá los hombros y dirá: poco, pues la “sociedad” ya ve el aborto como algo aceptable, incluso como un derecho. Además, existen grupos de presión y asociaciones con una enorme capacidad de influjo que hacen casi imposible cualquier trabajo serio para disminuir el número de abortos en el mundo…”

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Siete claves post-sinodales

Concluido el Sínodo de la Familia, y después de escuchar tan diversas voces, es preciso mirar con realismo y espíritu de fe en Cristo el tiempo que sigue. Como un aporte, propongo siete claves:

1. Hagamos que resuene la Palabra de Dios con toda su claridad y belleza. Ninguna palabra humana, ninguna escuela teológica, ningún obispo individualmente considerado, está por encima de la Palabra de Dios y la gran Tradición de la Iglesia, como fiel intérprete de esa Palabra. Libres de arrogancia pero con verdadero espíritu de servicio a los hermanos han de oírse, sin recorte ni disminución de tono, frases como estas: “Todo el que repudia a su mujer y se casa con otra, comete adulterio; y el que se casa con la repudiada por su marido, comete adulterio” (Lucas 16,18). Una predicación sencilla, directa, fiel a la letra y el espíritu, hace mucho bien en toda circunstancia. Por supuesto, centrar toda la predicación sólo en los versículos de denuncia sería también error: lo correcto es presentar toda la ternura y a la vez toda la firmeza de Cristo; toda su misericordia y todo el vigor con que, por misericordia, predica sobre la realidad del pecado y la posibilidad espantosa de la muerte eterna. Continuar leyendo “Siete claves post-sinodales”