[Intervención en video para el Primer Congreso por la Vida, de la Diócesis de Engativá, en Colombia.]
0. Introducción: la situación, en cuanto a la dignidad de la vida humana, es de combate.
1. Descubrir la dignidad de la persona humana y aprender a argumentar sobre su valor no requiere, estrictamente hablando, de la religión ni de la fe. De hecho, la presentación apresurada de razones “religiosas” más bien produce burla y no ayuda la causa de la defensa del ser humano.
2. Sólo los hombres y mujeres de verdadera fe llevarán este combate hasta el final. En efecto, el sabernos amados y sostenidos por Dios nos da recursos interiores que son indispensables en este combate. Más que razones para debatir con otros, la fe nos da motivación, claridad y fuerza interna para no dejar la lucha.
3. Equipamiento de los que combaten por la vida humana:
3.1 Armamento espiritual: como lo aconseja la Iglesia en la formación cristiana: sacramentos, biblia, acompañamiento y consejería.
3.2 Armamento intelectual: ¡hay que formarse! Aprender, leer, escuchar buenos testimonios y aprender qué razones son más iluminadoras y útiles.
3.3 Armamento volitivo, es decir, de la voluntad: por una parte, cuidar nuestra afectividad; luego cultivar las virtudes, singularmente la fortaleza y la coherencia.