Orar sin cesar

* Cuando se descubre la grave corrupción del mundo presente, y la frecuencia e intensidad de los ataques contra la fe, es incomprensible la irresponsabilidad de aquellos que “entregan las armas” considerando que las cosas simplemente son… así como son.

* Semejante cobardía y pasividad tiene su fuente en la desconexión que tenemos con el Dios vivo porque, separados de Él, cualquier ídolo inmundo se adueña de nuestro corazón, sellando nuestra vida por la mediocridad y el absurdo.

* tres cosas son indispensables para salir de este estado de cosas: una vida de oración, formación permanente y pertenencia viva a una comunidad donde se enseñe y se viva la fe. Es una triste ilusión pensar uno que porque tiene claras las ideas con eso va a defenderse de los ataques del mundo y las seducciones del mal.

* En cuanto a la oración, tres cosas nos mueven: (1) Saber que debemos estar provistos para defendernos de modo que no siga el colapso moral de la sociedad; (2) Acoger el Don bendito del Espíritu Santo que nos hace “gustar el bien y gozar de su consuelo;” (3) ver los ejemplos cercanos y lejanos de la gente de oración, especialmente, las vidas de los santos.

* Entre las prácticas que ayudan a estar orar sin cesar, hay que destacar la Liturgia de las Horas y el Santo Rosario.