“La Iglesia católica ha defendido y defiende, desde las palabras del mismo Cristo, que el matrimonio es indisoluble. De este modo, promueve una serie de valores y de beneficios que embellecen la vida de los esposos, de sus familias y de toda la sociedad. El Papa Pío XI lo explicó en su importante encíclica sobre el matrimonio cristiano, la “Casti connubii”, firmada con la fecha del 31 de diciembre de 1930…”