Acercarse a la Biblia, 4 de 6, Del Antiguo al Nuevo Testamento

[Retiro con las Vírgenes Seglares Dominicas, en Julio de 2014.]

Tema 4 de 6: Del Antiguo al Nuevo Testamento

* Si todo el mensaje de la Biblia apunta en la dirección de la reconciliación entre el hombre y Dios, ¿por qué hay dos secciones, es decir: Antiguo y Nuevo Testamento? ¿No era suficiente la primera alianza, sino que fue necesaria una nueva y definitiva?

* Un análisis sencillo muestra que en realidad el “Antiguo Testamento” no contiene una sola alianza sino un buen número de ellas:

(1) “Alianza” con la raza humana es que Dios se ponga de parte de la mujer y establezca hostilidad entre la serpiente y la mujer.

(2) Tiene carácter de alianza el hecho de que la bendición de fecundidad (“multiplicaos”) no haya sido cancelada por el pecado original: Dios quiere que la raza humana crezca y se multiplique; diríamos que “apuesta” por los humanos–y por supuesto, les da su apoyo.

(3) Dios celebra alianza solemne con Noé. El episodio además demuestra que la manera de eliminar el pecado no es algo tan sencillo como eliminar a los pecadores.

(4) Dios hace alianza con Abraham con el sello de la circuncisión, que indica entrega de la intimidad y de la fecundidad.

(5) Dios hace alianza con Moisés. Es un punto muy importante porque ya no solo habla con él, sino a través de él, para dar la LEY.

(6) Dios promete una dinastía a David, simplemente como regalo de fidelidad divina.

* Profetas como Ezequiel y Jeremías anuncian una NUEVA alianza. ¿Por qué? Porque la conclusión que se saca después de ver el camino del AT es que el daño del pecado en e corazón humano es muy hondo, generalizado y repetido. No basta con saber lo que uno tendría que hacer.

* Lo propio de la NUEVA alianza será que Dios estará a ambos lados de la alianza para que ella realmente alcance su meta y llegue a ser reconciliación.

* La bondad y santidad de Cristo, y su sacrificio expiatorio abren el camino para aquella oración de fe con la cual recibimos el don del Espíritu, y así Dios obra en nosotros para que podamos responder a lo que Dios quiere de nosotros. Y porque Dios está a ambos lados, esta NUEVA alianza es también ETERNA, y no hay que esperar ninguna más.