Dimensión comunitaria de la sanación, 3 de 3, Semilla de transformación de la sociedad

[Retiro con la comunidad Cristo Vive de Madrid, España. Junio de 2014.]

Tema 3 de 3: Semilla de transformación de la sociedad

* Si bien el plan de Dios para la pareja y la familia es hermoso e irradia sabiduría y bondad, pero todos sabemos que también la familia llega a veces a situaciones de estancamiento, egoísmo, conflicto, o heridas que no logra sanar. Por eso conviene ver en relación mutua a la familia y la comunidad cristiana: se necesitan mutuamente, y deben aprender la una de la otra.

* Y sin embargo, Juan 1 es categórico en afirmar la superioridad del amor que da origen a la comunidad cristiana: no es amor de deseo, y por lo tanto no es tampoco amor de transacción. El amor de pareja, e incluso el amor de familia, supone una forma de transacción, y esto es normal y es lo esperado. Por ejemplo, la fidelidad que se espera en la pareja es mutua.

* El amor con el que Cristo ha hecho posible que exista la comunidad cristiana, es decir, su Iglesia, es amor de gratuidad: no se apoya en méritos ni es pago por algo que se reciba sino que tiene su fuente en el solo y puro amor de Dios.

* Un amor así es capaz de reconstruir las heridas, a través de un camino que se llama “sobre-compensación,” como lo que sucede cundo una persona ha perdido accidentalmente 15 euros en el mismo día en que se entera que se ha ganado una lotería de 50 millones de euros. Lo segundo sobre-compensa a lo primero. De manera análoga, en comparación que se abre al infinito, el encontrar un amor de gratuidad como el que nos ofrece Cristo en su Iglesia trae dones inmensos de sanación y de reconstrucción de la persona, de cara a la sociedad.

Dimensión comunitaria de la sanación, 2 de 3, hombre y mujer los creó

[Retiro con la comunidad Cristo Vive de Madrid, España. Junio de 2014.]

Tema 2 de 3: Hombre y mujer los creó

* La familia es la primera escuela de diversidad dentro de la comunión y la reconciliación. El plan de Dios no es la uniformidad pretendida por el modelo comunista pero tampoco es el individualismo exaltada por el modelo capitalista. El plan de Dios se llama comunión en la diversidad, la complementariedad, la construcción y celebración del bien común; y el primer y fundamental espacio propio para todo ello es la familia.

* Dos diferencias de complementariedad son cruciales en la familia: la que existe entre el hombre y la mujer, y la que se da entre los chicos y los mayores. A su modo, estas diferencias constituyen riqueza y deben ser objeto de conocimiento, gratitud, contemplación, alegría. ¿Qué sentido tiene que admiremos la diferencia entre las razas de gatos o de conejos, y a la vez declaremos irrelevantes las ricas diferencias y la complementariedad entre el hombre y la mujer?

* Estas diferencias hunden sus raíces en la neurología, la biología y la fisiología. Por recordar solo algunos datos: la conectividad y el modo de procesamiento de información en la mujer corresponde a un modelo y un “ancho de banda” muy distinto al del varón. Tal distinción hace que la mujer se relacione de un modo rico y múltiple con su entorno, su pasado, su futuro, y sus emociones. El varón, por su parte, tiende a concentrar su energía en objetivos determinados y en procedimientos secuenciales que lo conduzcan a la meta.

* En términos generales, pues, la mujer tiende a lo integral y el varón a lo esencial. El varón necesita de la mujer porque su esfuerzo no puede ser perpetuo, aunque su orientación a la meta sea clara. Para llegar a su plenitud necesita de compañía, refrigerio, apoyo, alegría. La mujer necesita del varón de otro modo: su riqueza interior puede volverse inundación, devaneo, mucho empezar y poco concluir. Cuando encuentra a un varón digno de su admiración, para el que ella sea relevante y guste su compañía, puede establecerse una simbiosis en que se complementan desde aquello que cada uno tiene.

Dimensión comunitaria de la sanación, 1 de 3, ni relativistas ni agresores

[Retiro con la comunidad Cristo Vive de Madrid, España. Junio de 2014.]

Tema 1 de 3: Ni relativistas ni agresores

* El libro del Apocalipsis saluda a Jesucristo como “El que era, El que es, y El que viene” (Apocalipsis 1,8). La certeza de que Cristo es “El que viene” contrasta agudamente con la respuesta que muchos darían a la pregunta: “¿Y ahora qué viene para mí?” o “¿Qué viene para España, o para Europa?” La respuesta creyente es solamente una: lo que viene para Europa; El que viene para Europa es Cristo.

* El miedo con que muchos miran el futuro, y las consecuencias que ello trae para asumir compromisos a largo plazo, están indicando la necesidad de una sanación profunda que va más allá de circunstancias puramente individuales y personales. por eso conviene hablar de la dimensión comunitaria de la sanación.

* La primera diversidad que encontramos en la sociedad humana es la diferencia entre hombre y mujer. Pero la ideología de género quiere hacernos pensar que tal diferencia es una pura construcción cultural que puede por tanto reformarse según los intereses o antojos de las personas individualmente consideradas. Si se admite el argumento de que la familia se construye como respuesta a los deseos, convertidos en derechos, de los individuos adultos, entonces queda abierta la puerta para llamar familia a cualquier cosa, o lo que es lo mismo, queda abierto el campo entero de devastación de la familia.

* Por eso el cristiano no puede admitir el relativismo que campea en nuestra época. Pero el cristiano tampoco puede ser agresor que pretende por la fuera o por la ironía o la descalificación despreciar a los que por ejemplo tienen una tendencia homosexual. Ta agresión o desprecio es algo contrario al Evangelio, incluso si se pretende justificar como respuesta a las agresiones y descalificaciones que sufren con frecuencia creciente quienes defienden el plan de Dios para la familia.

* Así que la pregunta es si sólo hay esa alternativa: ser un relativista cómplice de la corrupción legal que se extiende hoy como un cáncer, o ser un agresor que oscurece el mensaje de salvación y gracia del Evangelio.

* La verdad es que sí hay otra posibilidad, y es la que nos muestra el mismo Cristo, a partir del hecho de la elección de discípulos tan diversos en su origen y en sus posturas por ejemplo políticas. Ese es el camino que pasa por un itinerario de comunidad: cruz, arrepentimiento, experiencia de gracia; oración compartida y efusión del Espíritu.

* Hay que anotar que la sanación así concedida pronto extiende sus bienes a otras personas. Así por ejemplo, un varón sanado en su masculinidad es una presencia de bendición que ayuda a que la mujer descubra su propia riqueza femenina.

Gimnasio Mental 005

Tres amigos se hospedan en una habitación de un hotel y pagan $300.000 pesos por la noche. Después de recibido el dinero, el recepcionista se da cuenta que les ha cobrado de más, porque esa habitación con tres camas costaba sólo $250.000. Entonces envía a un mensajero con los 50.000 que se cobraron de más. Pero el mensajero no es honesto, y se queda con 20.000, entregando a cada uno de los huéspedes sólo 10.000. Así las cosas, es evidente que cada huésped pagó en total 90.000; por otra parte, el mensajero se quedó con 20.000, y todo ello junto suma 290.000. ¿Dónde están los otros 10.000?

[Solución al Gimnasio 004: mira esto.]

Contexto del Camino Espiritual de Santa Teresa del Niño Jesus

[Reflexión durante una peregrinación a Lisieux, con algunos amigos hispanohablantes y de lengua francesa. Junio de 2014.]

sthrese

* Los santos no son solamente episodios de la gracia: son respuestas de Dios a momentos específicos de la vida de la Iglesia y la sociedad. Esto se cumple muy visiblemente en la historia de Santa Teresa del Niño Jesús.

* El positivismo reinante en el siglo XIX desprecia la fe y quiere entronizar la razón escéptica, crítica e individualista como única fuente de certeza. Frente a esa arrogancia, la humildad de Teresa y su capacidad de confiar en Dios como Padre es una sonrisa y es una respuesta.

* El camino de Teresa trae sugerencias específicas a nuestra vida:

1. No des a Dios por ya conocido.

2. Descubre tus motivaciones y no te tomes excesivamente en serio.

3. Avanza hasta llegar al agradecimiento y la confianza.