¡Motetes!

Hace unas cuantas semanas decidí hacerle caso al apóstol: “Si alguno de ustedes es feliz, ¡que cante!” (Santiago 5,13). La razón para cantar, y digo mejor: para orar cantando es que hay gozo en el corazón; hay certeza de saberse amado; hay gratitud por los bienes inagotables de Dios, que a menudo se deja ver providente a través de tantos hermanos y hermanas.

Esas sencillísimas composiciones musicales, apenas útiles para acompañar y santificar un instante de tu día están ahora reunidas en colección creciente aquí.

Observa que al empezar a escuchar un motete, haciendo click en él, es posible usar la configuración para escuchar en secuencia los motetes, como un CD 🙂