[Predicación en evento organizado por la Comunidad Betania, en Santa Cruz, Bolivia.]
Tema 1 de 4: La vida misma es una decisión
* Está claro para todos que cada decisión que tomamos va dando forma a la propia vida. En algún sentido lo que somos es resultado de las decisiones que hemos tomado, a partir de lo que la vida misma nos ha dado a distintos niveles, por supuesto.
* Por ello hay que evitar dos extremos: creer que todo está decidido de antemano, y creer que uno puede hacer y conseguir todo lo que uno quiera por la sola fuerza de la propia decisión. El primer error peca por defecto y el segundo por exceso.
* Por defecto, uno se sustrae de decidir, o por lo menos de decidir bien, si cree que todo está determinado:
(1) Por el destino;
(2) por el pasado;
(3) por los golpes de la suerte;
(4) por Dios, entendido como un dios desconectado de nuestro propio querer.
* Se peca por exceso cuando uno cree que:
(1) uno es “superman” y puede con todo;
(2) uno cree que educando el cerebro o a través del control mental puede lograr lo que sea;
(3) uno cree que puede manipular las fuerzas cósmicas o mágicas del universo;
(4) una mujer cree que con la cantidad justa de seducción, inteligencia, intriga y cinismo se podrá salir con la suya.