Misterioso sacerdote en milagroso rescate

“La joven Katie Lentz sufrió un terrible accidente en una carretera de Missouri. Cuando los rescatistas perdían la esperanza de poder sacarla con vida de entre los fierros retorcidos de su automóvil, la joven pidió a todos “rezar en voz alta”, entonces un sacerdote apareció para ayudarlos a orar y luego desapareció sin dejar rastro…”

Milagro

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Ayuda de los Santos Ángeles

Gánate al Angel Custodio de aquel a quien quieras traer a tu apostolado. -Es siempre un gran “cómplice”.

Si tuvieras presentes a tu Angel y a los Custodios de tus prójimos evitarías muchas tonterías que se deslizan en la conversación.

Te pasmas porque tu Angel Custodio te ha hecho servicios patentes. -Y no debías pasmarte: para eso le colocó el Señor junto a ti.

¿Que hay en ese ambiente muchas ocasiones de torcerse? -Bueno. Pero, ¿acaso no hay también Custodios?

Acude a tu Custodio, a la hora de la prueba, y te amparará contra el demonio y te traerá santas inspiraciones.

Más pensamientos de San Josemaría.

Éxito total del regalo del Retiro para Sacerdotes en DVD

Gracias a todos los que han participado, y gracias por las donaciones recibidas. Los costos han sido altos porque no hemos querido cobrar un solo centavo a ningún sacerdote, y estamos enviando DVDs hasta Bangladesh, literalmente.

Por el momento no podemos recibir nuevas solicitudes para enviar nuestro regalo en DVDs; pero de nuevo: GRACIAS a los que han creído y han apoyado este proyecto.

Si quieres donar a esta obra de evangelización, por favor visita nuestra página de ayuda.

El comienzo de un nuevo camino

87 La locución doctrina social se remonta a Pío XI [Cf. Pío XI, Carta enc. Quadragesimo anno: AAS 23 (1931) 179; Pío XII, en el Radiomensaje por el 50º aniversario de la « Rerum novarum »: AAS 33 (1941) 197, habla de « doctrina social católica » y en la Exh. ap. Menti nostrae, del 23 de septiembre de 1950: AAS 42 (1950) 657, de « doctrina social de la Iglesia ». Juan XXIII conserva las expresiones « doctrina social de la Iglesia » (Carta enc. Mater et magistra: AAS 53 [1961] 453; Carta enc. Pacem in terris: AAS 55 [1963] 300-301) « doctrina social cristiana » (Carta enc. Mater et magistra: AAS 53 [1961] 453), o « doctrina social católica » (Carta enc. Mater et magistra: AAS 53 [1961] 454)] y designa el « corpus » doctrinal relativo a temas de relevancia social que, a partir de la encíclica « Rerum novarum » [Cf. León XIII, Carta enc. Rerum novarum: Acta Leonis XIII, 11 (1892) 97-144] de León XIII, se ha desarrollado en la Iglesia a través del Magisterio de los Romanos Pontífices y de los Obispos en comunión con ellos.[Cf. Juan Pablo II, Carta enc. Laborem exercens, 3: AAS 73 (1981) 583-584; Id., Carta enc. Sollicitudo rei socialis, 1: AAS 80 (1988) 513-514] La solicitud social no ha tenido ciertamente inicio con ese documento, porque la Iglesia no se ha desinteresado jamás de la sociedad; sin embargo, la encíclica « Rerum novarum » da inicio a un nuevo camino: injertándose en una tradición plurisecular, marca un nuevo inicio y un desarrollo sustancial de la enseñanza en campo social.[Cf. Catecismo de la Iglesia Católica, 2421]

En su continua atención por el hombre en la sociedad, la Iglesia ha acumulado así un rico patrimonio doctrinal. Éste tiene sus raíces en la Sagrada Escritura, especialmente en el Evangelio y en los escritos apostólicos, y ha tomado forma y cuerpo a partir de los Padres de la Iglesia y de los grandes Doctores del Medioevo, constituyendo una doctrina en la cual, aun sin intervenciones explícitas y directas a nivel magisterial, la Iglesia se ha ido reconociendo progresivamente.

88 Los eventos de naturaleza económica que se produjeron en el siglo XIX tuvieron consecuencias sociales, políticas y culturales devastadoras. Los acontecimientos vinculados a la revolución industrial trastornaron estructuras sociales seculares, ocasionando graves problemas de justicia y dando lugar a la primera gran cuestión social, la cuestión obrera, causada por el conflicto entre capital y trabajo. Ante un cuadro semejante la Iglesia advirtió la necesidad de intervenir en modo nuevo: las « res novae », constituidas por aquellos eventos, representaban un desafío para su enseñanza y motivaban una especial solicitud pastoral hacia ingentes masas de hombres y mujeres. Era necesario un renovado discernimiento de la situación, capaz de delinear soluciones apropiadas a problemas inusitados e inexplorados.

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