Rvdo. Padre Nelson: Si cada uno de nosotros tenemos un Ángel Custodio, ¿qué sucede con ese Ángel cuando morimos? ¿Empieza a custodiar a otra persona, o no? Muy cordialmente, Francisco Sánchez Gallardo
* * *
La respuesta breve es que nadie sabe con certeza qué protocolos, acuerdos o reglas sigue Dios en su infinita libertad y sapientísima providencia. Es enseñanza de la Iglesia que Dios envía en nuestro auxilio a sus ángeles, y que no hay ser humano que carezca de ese auxilio. Pero eso deja muchas preguntas sin responder: Hay personas que dicen que los sacerdotes tienen desde su ordenación otro ángel que ayuda singularmente a custodiar el ministerio recibido. Hay naciones que tienen en su tradición la certeza de que hay un ángel determinado que les cuida y defiende, sobre todo en materia de fe. Hay quienes creen que ciertas tareas y misiones están unidas a ciertos coros de ángeles. Por decir algo: un obispo requiere de un arcángel que le ayude con su intercesión e iluminación.
Ninguna de esas cuestiones se puede responder satisfactoriamente. Uno puede decir, por ejemplo, que la misión del ángel custodio termina una vez que la persona muere; o uno puede decir que tal misión se prolonga, en forma de amistad celestial y compañía en la adoración y alabanza al único Dios. Además, no hay nada que obligue a que un mismo procedimiento o regla se siga con todos los seres humanos.
Por eso, lo más sensato parece ser atenernos con humildad a la enseñanza de la Iglesia, que es tan sobria en esta materia, y tener la certeza de que Dios quiere, busca y provee siempre lo mejor para nosotros.