Puede descubrirse hilo conductor entre las lecturas de hoy con esta pregunta: ¿Dónde está el Resucitado? ¿Cómo se encuentran con él los creyentes?
ESCUCHA, los regalos de la Pascua de Jesus para ti
Los regalos de la Pascua: (1) El perdón; (2) El don del Espíritu Santo; (3) La misión; (4) La paz.
ESCUCHA, Yo creo en un Dios al que nadie puede detener
La Pascua muestra el poder de Dios que vence a la muerte; tal es el poder que luego se muestra en su obstinación por salvarnos con su misericordia.
LA GRACIA del Martes 9 de Abril de 2013
La unidad de pensamiento y de corazón en la comunidad cristiana surge de compartir el tesoro único que es Cristo Resucitado.
Diez actitudes cristianas al estilo del Resucitado
“La Pascua es el tiempo de la Iglesia. “Ahora os toca a vosotros”, parece decirnos el Señor Resucitado cuando nos muestra sus llagas -el ministerio eclesial de la caridad, espléndido ejercicio del llamado “munus regendi”-, su Palabra -el ministerio eclesial docente o “munus docendi” y su pan tierno y partido -“munus sanctificandi”-. Ahora nos toca a nosotros y tenemos cincuenta días consecutivos y todos los domingos del año -la vida entera, en definitiva- para reconocer y ser testigos del Resucitado, la mejor noticia y realidad de toda la historia de la humanidad…”
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Palabras y obras
Es más fácil decir que hacer. -Tú…, que tienes esa lengua tajante -de hacha-, ¿has probado alguna vez, por casualidad siquiera, a hacer “bien” lo que, según tu “autorizada” opinión, hacen los otros menos bien?
¡Cuánto duele a Dios y cuánto daña a muchas almas -y cuánto puede santificar a otras- la injusticia de los “justos”!
No queramos juzgar. -Cada uno ve la cosas desde su punto de vista… y con su entendimiento, bien limitado casi siempre, y oscuros o nebulosos, con tinieblas de apasionamiento, sus ojos, muchas veces. Además, lo mismo que la de esos pintores modernistas, es la visión de ciertas personas tan subjetiva y tan enfermiza, que trazan unos rasgos arbitrarios, asegurándonos que son nuestro retrato, nuestra conducta… ¡Qué poco valen los juicios de los hombres! -No juzguéis sin tamizar vuestro juicio en la oración.