Una mirada a nuestros estudios de teologia

[Reflexión ofrecida en el marco de la inauguración de estudios de la Facultad de Teología de la USTA en el primer semestre de 2013.]

Problemática actual

  1. Sentido de desorientación en muchos católicos y en un número de nuestros estudiantes : “Unos padres/profesores dicen una cosa y otros otra.”
  2. Agnosticismo práctico: Imposición silenciosa de la idea de la religión como asunto privado y subjetivo, en el que cada quien escoge como quien va al supermercado.
  3. Secularismo extremo, sectas, ateísmo, Nueva Era no han dejado de avanzar.

Expectativa eclesial

  1. En su Carta del 28 de Julio de 2012 a la Provincia de Colombia, el Maestro de la Orden presenta un amplio panorama sobre el lugar de la teología y sus áreas de encuentro con la evangelización en nuestro contexto colombiano y latinoamericano.
  2. De modos formales e informales, nuestros obispos han alentado nuestros avances en el área de la formación teológica. por contraste, hay el precedente cercano de sacerdotes, también en nuestro país que enseñan cosas contrarias a la fe.
  3. Laicos de distintas procedencias se acercan, con curiosidad o interés, a nuestras aulas.

Pero hay ídolos…

  1. El espíritu de “gremio,” que parece prohibir el criticar nada de un colega. Vamos creando una mentalidad corporativa que empieza a mirar más por sí misma que por el bien de la Iglesia, la gloria de Dios o el bien mismo de la gente.
  2. La búsqueda de “lo último,” como si todo en el mundo funcionara según las leyes aparentes de la tecnología: “más nuevo = mejor.”
  3. El cultivo de la fama, o también: de la “micro-fama,” que se traduce en respeto humano e incapacidad de contradecir la opinión prevalente en el círculo en que uno se mueve.

Y hay antiguas tentaciones…

  1. Pereza, facilismo, mediocridad
  2. Incredulidad, racionalismo, cientificismo
  3. Superficialidad, pragmatismo, “funcionalismo” (estudiar para ordenarse)

Conclusiones

  1. Nuestros estudiantes deben sentirse libres de manifestar las objeciones doctrinales que tengan con respecto a sus docentes, porque es derecho de los estudiantes recibir una formación que se considere y sea plenamente católica.
  2. Ser docente en esta Facultad debe implicar un compromiso que va más allá del salón de clase. Igual o mayor importancia tienen los diálogos personales con nuestros estudiantes, así como los diálogos entre docentes. En esto último hay mucho camino por recorrer.
  3. Es completamente oportuno nuestro carisma doctrinal pero requiere amor, cultivo, exigencia compartida, conciencia de la responsabilidad.