¡Hombres de Fe! – Curso de Formación Permanente para la Diócesis de Socorro y San Gil
Tema 7. Novedad de la Nueva Evangelización
- “Evangelizar constituye, en efecto, la dicha y vocación propia de la Iglesia, su identidad más profunda. Ella existe para evangelizar.” (Pablo VI)
- Tres novedades para el Año de la Fe:
- (1) Iglesia en Estado de Misión. Integración del kerigma en el conjunto de la vida de la Iglesia. “Cualquier hora puede ser la hora de Dios para algún hermano.” Recordar el ejemplo de Jesús y la Samaritana: a pesar del cansancio, el calor, la sed y los prejuicios, el corazón de esa mujer estaba en hora de cosecha para el anuncio de la Buena Nueva.
- (2) La evangeliza hace a la Iglesia, y la Iglesia hace evangelización. El fruto propio de la evangelización es la constitución y fortalecimiento de la Iglesia; la Iglesia es fiel a sí misma en el acto de transmitir y afianzar la fe. Como el viento no existe si no comunica su fuerza y su frescura, así la Iglesia languidece tan pronto como deja de ofrecer el Evangelio. O la Iglesia es misionera o no es.
- (3) La respuesta a los múltiples desafíos de una sociedad pluralista requiere de un pres´bitero y quiera y sepa ser “líder de líderes.” Lo suyo no es reemplazar al científico, al literato, al filósofo o al político, sino ser testigo de la fe con tal intensidad que de despierte en ellos y en todos la fascinación por la fe en cristo y en su Evangelio, de modo que todos puedan ser testigos de la gracia en sus lugares de vida y de trabajo.
- Desde el Concilio Vaticano II hasta el presente, la nueva evangelización ha sido siempre presentada, cada vez con más claridad, como el instrumento gracias al cual es posible enfrentar a los desafíos de un mundo en acelerada transformación, y como el camino para vivir el don de ser congregados por el Espíritu Santo para realizar la experiencia del Dios, que es para nosotros Padre, dando testimonio y proclamando a todos la Buena Noticia –el Evangelio– de Jesucristo.
- “Nueva evangelización” es sinónimo: de renovación espiritual de la vida de fe de las Iglesias locales, de puesta en marcha de caminos de discernimiento de los cambios que están afectando la vida cristiana en varios contextos culturales y sociales, de relectura de la memoria de la fe, de asunción de nuevas responsabilidades y energías en vista de una proclamación gozosa y contagiosa del Evangelio de Jesucristo.
- Importante destacar el aspecto de historia y de memoria: sólo la fe valorada, de la que uno se sabe y siente agradecido, es luego transmitida con gozo y convicción.