Pista importante: ni la desesperación ni las falsas alianzas son respuestas.
Espiritualidad de la Vida Apostolica, 10 de 12
Espiritualidad de la Vida Apostólica. Retiro Espiritual con las Dominicas de la Inmaculada, en Cuenca (Ecuador).
Tema 10 de 12: Castidad.
* El martirio y la virginidad fueron quizás las novedades más grandes de la fe cristiana dentro del mundo pagano, un mundo que miraba la sexualidad como entretenimiento o vía de escape de la dureza de lo cotidiano.
* La verdad es que el corazón humano, hecho para el infinito, necesita alguna forma de ebriedad. El amor que da el Espíritu Santo proporciona una ebriedad que no daña. Ese el amor que queda particularmente manifiesto en una vida virginal. Y el mundo necesita ese tipo de amor, aunque lo ridiculice o margine.
* Siempre ha sido difícil la verdadera fidelidad en el voto de castidad pero hoy hay factores que añaden dificultad: (1) La enorme industria que, como pulpo, se lucra de todo tipo de desviaciones en el amor humano, desde la pornografía y la anticoncepción hasta el aborto. (2) El individualismo rampante. (3) Idolatría del amor sensual, cerrado, de pareja, en el que propiamente no interesa el sexo de los implicados. (4) El anonimato, que crea una falsa sensación de libertad en la intimidad.
* Claves para una castidad para el siglo XXI: (1) Recuperar el sentido de la clausura, aplicado a cada una de las pantallas (televisión, celulares, Internet…), que son como ventanas. (2) Tomar una postura activa: aprender a usar los nuevos medios como caminos de evangelización. (3) Transparencia: aprender a tener una presencia real y honesta en Internet, conocidos por la comunidad. (4) Sigue siendo válido que lo que hay que esconder seguramente está mal. (5) En el silencio ante Jesucristo tendrás el diagnóstico de tu uso o abuso de los medios que te rodean, y tendrás noticia del estado de tu voto.
Espiritualidad de la Vida Apostolica, 09 de 12
Espiritualidad de la Vida Apostólica. Retiro Espiritual con las Dominicas de la Inmaculada, en Cuenca (Ecuador).
Tema 9 de 12: Introducción a los Votos. La obediencia.
* Anotaciones preliminares generales sobre los votos:
(1) La fuente y referencia primera de nuestros votos es la Persona de Jesucristo.
(2) La vida en comunidad es el voto “integral,” que en cierto sentido los contiene a todos.
(3) Los votos son solidarios entre sí: se viven todos o se pierden todos.
(4) Son la expresión y cauce de nuestra ofrenda y el modo de nuestra unión con el misterio de Cristo en su Pasión y su Pascua.
(5) Han de vivirse no de manera extrínseca, como reglamento impuesto, sino como expresión de una convicción y amor interior.
* Sobre la obediencia. El voto de obediencia empieza cuando nuestra mente y corazón se rinden al poder, la verdad y la hermosura de Cristo.
* Rendirse a Cristo es perder los planes pálidos y cortos que uno tenía, y abrirse con generosidad al plan nuevo, amplio, profundo y bello que él ha preparado para mí, junto con mis hermanos.
* Uno puede o podría vivir en obediencia a Cristo de muchas maneras pero algunos hemos encontrado en la vida de comunidad un modo ideado por el Espíritu Santo para hacer de cada aspecto de la vida un servicio directo y seguimiento cercano a Cristo. Esa es la vida religiosa.
* La obediencia se vive en plenitud cuando nos hemos rendido a Cristo, somos transparentes en la comunicación con el superior, y al final permanecemos disponibles para servir y amar donde sea requerido. La verdad es que pare el verdadero obediente el lugar o el modo importan poco porque en ningún lugar podrán apartarlo del amor de su Señor.
LA GRACIA del Jueves 19 de Julio de 2012
Madurar es, entre otras cosas, recapacitar para poder asumir la propia responsabilidad.
Espiritualidad de la Vida Apostolica, 08 de 12
Espiritualidad de la Vida Apostólica. Retiro Espiritual con las Dominicas de la Inmaculada, en Cuenca (Ecuador).
Tema 8 de 12: María, Consagrada de Dios.
* Hay elementos de la vida de la Virgen María que conectan profundamente con nuestra vida consagrada; son tres especialmente: (1) La virginidad como “reservarse para Dios;” (2) La evangelización como “dar a Jesús;” (3) El misterio de Pentecostés como “sentirnos con y ser Iglesia.”
* Hay por lo menos otros dos elementos nuestros que no tienen una conexión tan evidente con María de Nazareth, y esa conexión no debe forzarse. Son ellos: (1) La convivencia con otras mujeres; (2) La evangelización a través de instituciones constituidas. Es importante ver que eso que parece diferenciar nuestra vida de la vida de la Virgen sencillamente muestra que ella pertenece a todo el pueblo de Dios.
* En cuanto al don virginal, hay que destacar que se trata de una opción libre y personal de ella, movida por el Espíritu Santo, y que sin embargo, la vivió en el contexto de un matrimonio que es verdadero pero que no implica ni contiene trato carnal.
* Este don se manifiesta en su mayor plenitud en Jesucristo. No consiste en represión sino en esa mirada que descubre relación a Dios y necesidad de Dios en todos, con lo cual el deseo no se oprime sino que no surge, porque se establece un tipo de relación distinta, a partir de la misericordia y del anhelo intenso del bien mayor del prójimo, Ciertamente podemos y debemos suponer que de esta clase es el don virginal en María.
* En cuanto al dar a Jesús: Las Bodas de Caná nos enseñan que la evangelización es un propiciar el encuentro con Cristo, que ha de permanecer como único protagonista, y no nosotros. La Visitación nos enseña que el primer recurso de la evangelización es nuestro propio ser, si está colmado de Jesús. La hora de la Cruz nos enseña que las almas cuestan, y que hay que amar a cada una y luchar con amor y confianza por cada una.
* En cuanto a nuestro ser Iglesia, Pentecostés nos enseña que acoger el propio don sólo tiene sentido desde el reconocimiento de los dones preciosos de los hermanos. María de Pentecostés nos educa en la unidad desde la diversidad.
Luchar por la fe
Padre, en la Cristíada, suceso de mexico, cuando se prohibio el culto a la iglesia catolica porque se decia que era un complot de la misma contra el estado, los cristeros decidieron luchar por su fe, si es para defender la fe, la guerra esta bien? — Preguntado en formspring.me/fraynelson
* * *
Pienso que la enseñanza del Catecismo, n. 2309, es muy esclarecedora:
Se han de considerar con rigor las condiciones estrictas de una legítima defensa mediante la fuerza militar. La gravedad de semejante decisión somete a esta a condiciones rigurosas de legitimidad moral. Es preciso a la vez:
— Que el daño causado por el agresor a la nación o a la comunidad de las naciones sea duradero, grave y cierto.
— Que todos los demás medios para poner fin a la agresión hayan resultado impracticables o ineficaces.
— Que se reúnan las condiciones serias de éxito.
— Que el empleo de las armas no entrañe males y desórdenes más graves que el mal que se pretende eliminar. El poder de los medios modernos de destrucción obliga a una prudencia extrema en la apreciación de esta condición.
Estos son los elementos tradicionales enumerados en la doctrina llamada de la “guerra justa”.
La apreciación de estas condiciones de legitimidad moral pertenece al juicio prudente de quienes están a cargo del bien común.
Riqueza y belleza de los sacramentales
“Casi siempre en nuestras culturas latinas los objetos se impregnan de cierto poder y superstición a manera de magia como amuletos y fetiches. En contraposición a ellos la Iglesia nos presenta los sacramentales como signos sagrados que representan los efectos espirituales obtenidos por las oraciones de la Iglesia (Canon 1166)…”
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