[Predicación en el Monasterio “Madre de Dios” de las Dominicas Contemplativas en Baena, España.]
La Eucaristía es en primer lugar “acción,” acto, evento, suceso: no es repetición ni representación sino unión de la Iglesia, más allá del tiempo y el espacio, con el único sacrificio redentor, el de Cristo en la Cruz.
Pero los testimonios, ya desde la Iglesia Antigua, muestran que los cristianos entendían que había una presencia permanente, en el sentido de que el pan no vuelve simplemente a ser pan ni siguió siendo pan, al ser “eucaristizado.” Tal es la raíz remota de la adoración eucarística.