II. Las noches que nos rodean
(continuación de la primera parte)
* Noche espiritual es el oscurecimiento de la fe en Dios. Sucede por ateísmo, agnosticismo, o las formas antiguas o nuevas de brujería, incluyendo la Nueva Era.
* Pero hay otra forma de noche espiritual en la que tenemos los católicos grave responsabilidad. Es el trazo de oscuridad que dejan nuestras incoherencias. Llamados por Cristo a ser “luz,” nuestra traición a ese llamado nos deja en tinieblas, y ciertamente oscurece al mundo.
III. Cristo vence la noche
* Nos sirve de guía el texto del capítulo 9 de San Juan, que muestra el itinerario de la oscuridad a la luz, en un hombre ciego de nacimiento.
* El ciego hace tres cosas: escucha, obedece y testifica. Su escucha es acogida a la Palabra de Cristo. Su obediencia le lleva a vencer respetos humanos y lo ridículo de la situación en que lo deja Cristo, aunque sólo por breve tiempo.
* Convencido de su Salvador, el que había sido ciego celebra y adora al Señor, y no tiene temor de ser excluido de la sinagoga, porque se sabe incluido en el plan de amor de Dios.