Del Sermón de la Montaña, de la Carta a los Efesios, capítulo 4, y de aquella expresión de Cristo: que cada uno cargue con su cruz, si quiere ser discípulo suyo, aprendemos cuál es el perfil de un cristiano maduro.
La predicación toma luego como referencia de crecimiento y madurez en la fe a la Madre de Jesús, y muestra de cuántos modos ella ayuda a esa maduración en nosotros.