“La frase completa es: «papá, ¡cásate con mamá!», y la oí al hijito de un amigo. El niño siempre ha conocido a su madre y a su padre por separado. El matrimonio se rompió a poco de él nacer y nunca los ha disfrutado juntos. Los quiere a ambos y ambos le quieren, de ahí su trágica e inocente petición. El niño no sabe siquiera si, en algún momento, ha habido amor o algún vínculo entre sus padres. ¡Qué tristeza! Es lo que hoy empiezan a señalar algunos psicólogos: que si bien es necesario que un niño se sienta querido por sus padres, lo es aun más, y es más importante, que sepa que sus padres se querían cuando le engendraron…” Click!