215. El Señor hace salir de la tierra los remedios, y el hombre prudente no los desprecia. Con ellos el médico sana o alivia el dolor; con ellos el boticario hace sus mixturas. Y así las obras del Señor no tienen fin, y de él procede la salud sobre la tierra. (Sir 38,4.7-8)
216. Pues bien, ya comáis o bebáis o hagáis lo que sea, hacedlo todo a gloria de Dios. (1 Cor 10,31)
Mi Adorado Jesús es nuestro médico de todos los males,aha con la ayudita de la misma naturaleza nos mejoramos de esos males físicos.Que bondadoso es él,solo hay que dejarlo entrar en nuestras vidas y ya esta.Bendito sea Dios, Bendito sea su Santo Nombre.Mil gracias Fray por esta bella reflexión. Fraternalmente.Michelly.