Una respuesta a «Pedro, la firmeza; Pablo, la audacia»

  1. Buenisimo para recordar de que nuestra iglesia debe “sumar” no restar, por ende no da a eleccion cuando las cosas son de Dios, sino que une los tantos para que asi todos podamos multiplicar gracias.

    La parte mas dificil a asimilar me parece que es cuando se apunta al reconocimiento de que cuando se corrige a una persona con un cargo, pues bien se debe intentar hacer solo eso, “sin buscar sacar de su puesto a aquel que se ha equivocado en el obrar”…y me digo que suele ser complicado, porque en muchas ocasiones por mas que se hable en forma cordial, por mas que se busquen los medios para la comprension del error, por mas que se intente endulzar el corazon para que cambie frente al error, de pronto, muchas veces la soberbia del que tiene el titulo de “Director” no permite otra opinion que no sea la suya..y no estamos hablando en base al ir en contra de los evangelios, sino que sin ir en contra de ellos la situacion es igual………….y asi entonces si hay propuestas nuevas no se aceptan, solo porque como lo hecho por el que dirije en fomra personal no le funciono, entonces lo de otros tampoco puede tener lugar..y asi, si se hace alusion a que algo esta mal, pues entonces parece que la persona se vuelve enemiga de quien con su justa causa esta a cargo, y asi, el que tiene una mera intencion de que las cosas cambien, al insistir en comunidad es visto como un rebelde……..y en si esto da distintos resultados, ya que algunos buscaran anular al que dirije imponiendo sus decisiones,y otros quizas se marchen esperando a que ese director sea cambiado..

    Nuestros evangelios marcan un limite que debe ser respetado por mutuo acuerdo, dando a cada uno un lugar dentro de ellos de acuerdo a como se vaya viviendo, pero si en vez de comunion hay tiranias, pues bien que se rompe la comunicacion y terminamos daniandonos, perdiendo asi la firmeza y la audacia con la que deberiamos estar mas unidos.

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