El Amor echa fuera el temor: una leccion que salva vidas

[Si estás leyendo esto en Facebook y deseas escuchar la predicación a la que aquí se hace referencia, haz click en “Publicación Original.”]

Muchos abortos, y en realidad casi todos los demás pecados, si los examinamos bien, provienen más del miedo que de la malicia. Tememos no ser aceptados, tememos que nos rechacen, tememos quedarnos solos o perder los privilegios o ventajas adquiridas. El amor perfecto, aquel que Dios nos ha dado en Cristo, vence estos temores y nos ayuda a sentar las bases de una verdadera cultura de la vida.

El Santo Rosario Punto Info

“Este sitio web nació como apoyo del foro que se creó en 1997 sobre la Virgen María y también de la lista “Catolices” (Católicos en lengua española). A partir de dicho foro se creó la Agrupación virtual ‘El Santo Rosario’ en el año 2001 con el cambio de milenio, un milenio que queremos dedicar a la Virgen María intercesora ante Nuestro Señor Jesucristo.” Click!

Catequistas y Evangelizadores

“Antología de textos especializados para Catequistas. En esta edición hacemos énfasis en la tarea central del catequista: presentar la persona de Cristo en nuestras comunidades…” Click!

Dejense reconciliar con Dios

DEJENSE RECONCILIAR CON DIOS

Y entrando en sí mismo dijo: cuántos jornaleros en la casa de mi Padre tienen pan en abundancia, mientras yo aquí me muero de hambre. Me levantare, me pondré en camino” (Lc 15, 17-18).

Les invito a iniciar una reflexión sobre el corazón humano como principio de reconciliación, capaz de realizar un proceso de regreso, si es tocado por el mismo Señor, dador de este inestimable don. En el corazón del hijo menor ha quedado el recuerdo del amor que un día el padre depositó en él. Reconciliarse con el Padre significa reconocer el amor recibido de Él y que hoy no funciona, reconocer que algo no ha estado bien en las relaciones con Él en el pasado. Significa además que hay un interés en restablecer las relaciones con Él ahora y en el futuro. Los dos hijos de la parábola, en las relaciones con su padre y en sus mutuas relaciones, tienen que romper con los últimos años de vida, para poder entrar en el futuro con la recobrada dignidad de hijos. El menor se dejó encontrar por el padre, cambió su estilo de vida e hizo de la casa paterna su nueva y definitiva morada. De la misma manera nuestra reconciliación con Dios mira a la vida que nos queda para hacer el bien, y se proyecta sobre todo hacia la otra vida. Me reconcilio ahora, pero los efectos tienen que prolongarse en el futuro; sin esta eficacia hacia el futuro, reconciliarse no deja de ser una palabra bonita, pero hueca, sin repercusiones eficientes, y por consiguiente una auténtica frustración.

Continuar leyendo “Dejense reconciliar con Dios”