Ejercicios sobre el perdon, 48

EL AMOR SANA (Mc 1,40-42)

No digo que iniciemos, sino que continuemos, pues toda nuestra reflexión sobre el perdón nos ha llevado siempre hasta el amor, como la gran columna vertebral del perdón. En efecto la falta de perdón habla de una incapacidad de amar a quien no queremos perdonar. Les invito a que ofrezcamos a Jesús que sea dueño de nuestro interior y que haga un trasplante, o lo que El crea mejor, de nuestro corazón de piedra y lo cambie por un corazón de carne, que ame a todos los hermanos. Invitémosle a que visite todos los lugares de nuestra vida en donde hemos sido heridos. En efecto, a la base toda herida afectiva hay un problema de perdón. Y si este perdón no se da, es imposible encontrar la paz consigo mismo, con el prójimo y con Dios.

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Tiempos que recordara la historia: el socialismo parte cobijas

Cuando se miran las extrañas decisiones del partido Laborista en Inglaterra, hay fuertes indicios de que la palabra “Izquierda” está a punto de significar casi cualquier cosa. Lejos de la quimera de Marx y Engels, lo único que creo que podemos saber que no existirá en el futuro próximo es algo que semeje una “Internacional Comunista.” Los sueños de Lula, Chávez, Putin, Zapatero y Brown sencillamente no tienen cómo sentarse a la misma mesa.

Y sin embargo, algo extraño se cocina en Latinoamérica, a empujones de la retórica y los petrodólares de Chávez. Haz esta suma: armamentismo “made in Rusia,” más populismo recalentado más sentimiento anti-yanqui (¡muera el imperio!) más una chequera abultada más nostalgia indigenista más un Bolívar reinventado para el caso más una tropa de gente que ha esparado mucho tiempo una oportunidad para tener una tajada en el poder militar, política, económico o mediático más algunas medidas que por fin dan a los pobres la sensación de que puede haber justicia para ellos.

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135. Bienes Invisibles

135.1. En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

135.2. Es escandaloso y motivo de dolor para todo el que ame a Dios ver con cuánta facilidad los hijos de los hombres encuentran acuerdo en lo que es bello y bueno, cuando se trata de los bienes de la creación, mientras que sus voces vacilan con cobardía cuando se habla de la redención. Coinciden fácilmente en que un día de sol es hermoso o un bebé tierno, pero divergen cuando se trata de enseñar a ese bebé quién es Aquel que más le ha amado, qué ha hecho por él y qué vida se sigue de tanta bondad y tan esplendorosa gracia.

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