Hay muchas cosas que son lógicas pero que no son explicativas: creo que esta es una distinción muy útil para entender algunos aspectos de los debates sobre la teoría de la evolución, e incluso más, sobre el papel que suele asignarse a la ciencia en nuestros días. Básicamente, mi punto es que para que algo sea “lógico” basta con que tenga coherencia interna mientras que el carácter de “explicativo” conlleva un vínculo con lo realmente existente, con lo que de hecho ha existido o existe.
Un ejemplo ayuda a comprender la diferencia con una historia ficticia. Un tío mío es cuadrapléjico y vive acompañado solamente de su esposa. Suelo visitarlos los sábados por la tarde. Como me tienen mucha confianza me han dado una copia de las llaves de la casa, y es normal que llegue y entre por mis propios medios. Así lo hice el último sábado, y entonces descubrí para mi sorpresa que la cama de mi tío estaba arreglada, con sábanas limpias pero sin rastro de él. Hay muchos argumentos que resultan coherentes con este conjunto de hechos: es posible que mi tío haya muerto, o que hayan tenido que llevarlo a un hospital, o que al fin uno de sus hijos se haya resuelto a organizar un tiempo de vacaciones con él, o que le hayan cambiado de habitación por razones de ventilación o de luz solar, y aún otros argumentos podrían pensarse, hasta llegar a los casos límite de los secuestros de extraterrestres. La sola lógica no me permite encontrar qué es lo que realmente ha sucedido, es decir, no me permite elegir entre varias teorías en contienda. Necesito más hechos para poder descartar unas teorías y quedarme con otras.