Es un principio básico que quien no se conoce bien tampoco puede conocer a otros. Comunicarse es siempre dar un poco de nosotros mismos, pero ¿qué daremos si no sabemos qué tenemos en realidad? Desde un enfoque bíblico, esta enseñanza quiere dar claves para el propio conocimiento. Dirigido primero a un grupo de señoras, en realidad esta enseñanza hará bien a todos.