Preguntas y Respuestas – 34

Quisiera saber si la metafísica hace bien a la iglesia católica: si las ideas que fomentan están permitidas por la iglesia católica, o sus pensamientos y formas de expresarse.

“Metafísica” es una de las muchas palabras nobles que han sido abusadas. Tradicionalmente significa: “la ciencia del ser como ser”, es decir de los primeros principios del ser. Se relaciona con la Ontología, como estudio del ser en general, y también de las primeras causas. Los filósofos griegos antes de Cristo desarrollaron la metafísica; entre ellos destacó Aristóteles.

La metafísica clásica es parte de la filosofía (no de la religión) y forma parte de los estudios para el sacerdocio antes de entrar en la teología.

LA METAFISICA COMO RELIGION

Llaman también “Metafísica” a diversas creencias ya no filosóficas sino de corte pseudo-religioso y ocultista, que forman parte de la corriente de la Nueva Era. Suelen identificarse como asociaciones no religiosas, sin embargo entran en el campo de la religión y toman sus doctrinas de revelaciones misteriosas de sus maestros.

La página de uno de estos grupos dice: “Se dedica a impartir una enseñanza espiritual que mejora la calidad humana y ayuda a resolver, con éxito, las aparentes dificultades de la vida, a través de charlas, conferencias, eventos que son siempre gratuitos y por medio de la enseñanza contenida en los libros.”

¿Que tipo de enseñanza? Si buscamos en el Internet a estos grupos “metafísicos” encontramos que operan en torno a la magia y el ocultismo. Se interesan por la alquimia (cambio de la naturaleza de los metales), la búsqueda de la “Piedra Filosofal”, el “secreto de la eterna juventud”, etc.

Tienen gran veneración por famosas personalidades del mundo ocultista. Uno de estos es “San Germain” (no canonizado por la Iglesia, claro está) y dicen que tenía una impresionante erudición en todos los campos del saber, capacidades sobrenaturales, como la de crear diamantes de la nada, tiene origen misterioso y juventud eterna. Dicen que regresó a la tierra con otro nombre, como “Maestro Ascendido”. No es extraño que todo esto fascine a ciertas personas.

Esta falsa metafísica utiliza una peculiar terminología para ambientar su mitología: Leemos sobre el “Nombre Armónico”, círculos de iniciados: “Altas Esferas”, “Obra Luz”, “nivel etérico”, “Avatar de la Era de Acuario”, “Poderes de Transmutación”….

El grupo de “Metafísica Renovada Ray Sol”, de Venezuela, dice de su fundador: “Como Avatar o Instructor de este planeta, le corresponde dictar la enseñanza que él crea más conveniente y lo hace desde los Altos Planos, porque no está encarnado.”

Esta enseñanza es incompatible con la fe cristiana que profesa un solo Señor de quien viene toda autoridad. Toda autoridad terrena es delegada por Dios y está al servicio de Dios, Cristo Nuestro Señor. Es por eso que los verdaderos maestros espirituales no pueden sino predicar en el Nombre de Jesús la verdad que el mismo reveló. Nuestro Señor y Salvador Jesucristo, Dios encarnado, murió y resucitó y ha de venir con gloria para juzgar a vivos y muertos. Los falsos maestros enseñan otras doctrinas que no son de Cristo. Llámenles “Altos Seres de Luz” o “Maestros Ascendidos” el “maestro” detrás de estos es Lucifer.

El grupo arriba mencionado suplanta también al Espíritu Santo por un “rayo de amor y luz purísimo, que penetra inadvertidamente en las conciencias para sacudir las viejas estructuras y despertar a los dormidos”

Por todo lo dicho debe quedar claro que la mal llamada “metafísica” es contraria al cristianismo. No por eso dejan de hablar de Jesús, pero no desde la fe cristiana. Como el gnosticismo de los primeros siglos de nuestra era, es una amenaza que suplanta a la verdadera fe cristiana, ofreciendo falsamente la luz, la verdad y la felicidad que solo Jesucristo puede dar. La caridad exige que estos engaños sean desenmascarados, que los cristianos vivamos plenamente nuestra fe y le permitamos a Dios actuar en nuestras vidas para ser testimonio de la verdad en una nueva y urgente evangelización.

Texto del P. Jordi Rivero en www.corazones.org