La Generación de la Guayaba
Como recurso humorístico, o como especie de catarsis, o como modo de apuntar a un “nicho” comercial jugoso, La Pelota de Letras presta especial atención la generación de la guayaba (GG), la de los nacidos entre 1968 y 1975, generación a la que el mismo Andrés pertenece. Por cierto, se le llama “generación de la guayaba” porque esta fruta estuvo presente en diversos episodios de muchos de los de esa generación, cuando eran niños. El ejemplo típico es el jugo de guayaba empacado (y derramado) en la lonchera del colegio.
La atención especial que recibe la GG se manifiesta en varias cosas:
(1) Las generaciones anteriores y posteriores son presentadas con referencia a la GG. Los de la W serán los abuelos y papás de la GG. Los de la X y las siguientes son, o unos desconocidos incognoscibles, o los hijos de la GG.
(2) La GG es la “víctima” y sus miembros han tenido que crecer rodeados de personajes como los siguientes: abuelos engolfados en su pasado y peleando batallas políticas o ideológicas ya irrelevantes; papás duros, poco expresivos; madres sobreprotectoras sin conexión última con el mundo emocional de sus hijos; y luego niños y jovencitos de las siguientes generaciones, representados como gente que ha tenido las cosas más fáciles, con mejores oportunidades en poder, dinero, juegos y estudios. A medida que se avanza en esas nuevas generaciones, López va insistiendo en que los recién llegados quieren acabar con todo y destruirlo todo. La cosa sale muy graciosa durante la comedia pero luego uno se pregunta por qué el insiste en eso.
(3) La GG en el fondo es la “protagonista” de los cambios decisivos que abrieron el camino para que las generaciones subsiguientes encontraran todo más fácil. En el monólogo de López la expresión repetida es: “Nosotros fuimos la última generación que…”
(4) La GG queda para el final de la larga presentación de La Pelota, de modo que en el curso de la secuencia se da un salto de lo anterior a lo posterior a la GG, para que la GG quede de conclusión de todo.
Hechas estas observaciones, uno empieza a presentir que en La Pelota de Letras hay mucho más que una serie de anécdotas familiares muy bien contadas. Hay algo de sociología aplicada, y si uno explora el DVD, hay un mensaje claro a favor de la Dianética y la Cienciología. ¿Qué yace en el fondo de todo ello? ¿Debe uno preocuparse, o bastaría con tomar una actitud pragmática y decir: “dejemos eso a la vida privada de Andrés López”?