Un poquito,
sólo un poquito,
de dolor yo he conocido.
Y he visto
por ese poquito,
que del dolor sabe bien Cristo.
He oído
del día bendito
que murió nuestro Corderillo.
Y he visto
por ese sitio
que la Sangre llegó a ser río.
¡Oh Cristo!
Te canto y digo:
¡Dolor es Amor si estoy contigo!
Fr. Nelson Medina F., O.P.