Hay una serie de términos en inglés que nosotros los hispanohablantes tendemos a traducir mal, o cuyo significado fácilmente se nos escapa o confunde.
- Realize, también escrito realise, no es en primer término “realizar” sino descubrir, caer en la cuenta. Para realizar algo se usa más achieve, accomplish.
- Help no siempre está relacionado con ayuda. Existe el giro “I cannot help it” que significa “no puedo evitarlo.” Esta acepción va más con verbos como “poder” o “deber” y su complemento directo es un pronombre neutro o su equivalente (por ejemplo, un verbo en infinitivo).
- Prevent no es prevenir sino impedir; para decir prevenir se usan giros como “warn” o “warn/tell in advance.”
- Pretend no es pretender simplemente, sino más bien simular o hacer de cuenta. Para lograr el efecto de una frase como “¿Qué pretendes con eso?” se usa aim o intend.
- Disgust es muchísimo peor que “disgusto;” equivale mucho más a asco; el adjetivo “disgusting” va en la misma línea: algo que produce gran repulsión o asco.
- Thoughtful no es exactamente ninguna de estas: pensante, pensativo, buen pensador o bien pensado. En el uso común alude a la persona que tome en cuenta lo que es significativo para otros. Es una persona delicada y con gran sentido común. A veces equivale a muy amable.
- Recall no es llamar de nuevo, sino recordar.
- Cheap significa “barato” pero casi siempre tiene un tono despectivo, como decir, algo de baja calidad: “He got the cheapest dinner he could!” sería: “¡Consiguió la comida más ordinaria que pudo!” Para decir que algo es simplemente de menor precio, sin aludir a la calidad se usa “inexpensive.”
- Sensible no es sensible, sino sensato, puesto en razón. Para decir sensible se usa sensitive.
- Gone for good no es “se fue para bien” sino “se fue del todo, o completamente.” Para decir que es bueno que alguien se haya ido se usa: It is good he is gone.
- Library no es librería, sino biblioteca. Librería se dice bookstore o bookshop.
- Bloody es una expresión fuerte, ruda, que tendría que significar sólo “sangriento” o “ensangrentado,” pero que en realidad es una forma, lamentablemente común, de maldecir o imprecar: That bloody thing! equivale a ¡Esa maldita cosa! De acuerdo con la Wikipedia, es una fórmula más fuerte que “damn” pero no tan fuerte o grosera como “fuck.”
- El inglés usa mucho menos la preposición “in” (en) que el español. Por ejemplo, no se dice “I think in you” sino “I think of you.” Lo primero suena gracioso para los angloparlantes: es como si uno se metiera dentro de la otra persona y ahí se pusiera a pensar. En el mismo sentido, uno dice en español: “Ya en el camino…”; en inglés no se dice: “Once in the road…” sino “Once on the road…” Una excepción curiosa es la expresión “al final” que español decimos con la preposición “a” y que en inglés ¡es con “in”! Es muy común leer u oír: “In the end…”, aunque es más correcto “At the end…”