– Amarás la belleza, que es la sombra de Dios sobre el Universo.
– No hay arte ateo. Aunque no ames al Creador, lo afirmarás creando a su semejanza.
– No darás la belleza como cebo para los sentidos, sino como el natural alimento del alma.
– No te será pretexto para la lujuria ni para la vanidad, sino ejercicio divino.
– No la buscarás en las ferias ni llevarás tu obra a ellas, porque la Belleza es virgen, y la que está en las ferias no es Ella.
– Subirá de tu corazón a tu canto y te habrá purificado a ti, el primero.
– Tu belleza se llamará también misericordia, y consolará el corazón de los hombres.
– Darás tu obra como se da un hijo: restando sangre de tu corazón.
– No te será la belleza opio adormecedor, sino vino generoso que te encienda para la acción, pues si dejas de ser hombre o mujer, dejarás de ser artista.
– De toda creación saldrás con vergüenza, porque fue inferior a tu sueño, e inferior a ese sueño maravilloso de Dios, que es la Naturaleza.
Por: Gabriela Mistral