Soy lo suficientemente mayor para recordar que en mi primera infancia había países pobres y países ricos. Luego ya no hubo más países “pobres” sino países “subdesarrollados.” Y luego tampoco estos, sino países “en vías de desarrollo.” Más tarde se criticó la expresión “desarrollo,” sobre la base de que la idea misma de desarrollar un país implica que todos los países (y culturas) tienen que seguir básicamente unos mismos pasos y dirigirse hacia un mismo destino.
Algo parecido sucedió con la historia de los “mundos.” Presumo que mucha gente (joven) hoy no sabe de dónde proviene aquello de países del “Tercer Mundo,” que tiene su propia historia. Caído, o por lo menos desarticulado, el “Segundo Mundo” –el bloque de repúblicas socialistas soviéticas–, el término sobrevive como un fósil sociológico contemporáneo, aunque se ha intentado cambiarlo. Vagamente recuerdo, por ejemplo, que alguien hablaba de cinco “mundos,” aludiendo a las realidades de Asia y de Africa, tal vez.
Mi interés en este momento no va por la terminología, sin embargo. Todo empieza con un grafitti que vi hace años en el agún puente en Bogotá: “El subdesarrollo está en la mente.”
Por supuesto, como cristiano convencido, y como enamorado del misterio de la gracia, no predicaré yo la autoredención. Sé muy bien que los esfuerzos puramente humanos se quedan cortos por una razón básica: la misma inteligencia que hace un túnel hace una bomba. La bondad no puede enseñarse por catálogo y manual. Lo que la sociedad puede hacer es multiplicar las oportunidades de que lo bueno y quienes lo quieren sean suficientemente fuertes, sabios, humildes y felices como para asegurar su continuidad y avance.
Dicho eso, sí creo que hay estrategias que pueden cambiar dramáticamente la suerte de nuestros pueblos, y estoy pensando particularmente en los países de Latinoamérica.
Ya seguiremos, con la bondad de Dios.
tambien suele decirse que hay tres mundos, el primero que lo conforman los paises ricos, el tercero que lo conforma el discurso de los politicos de los paises del cuarto mundo y el cuarto que lo conforman la inmensa mayoria de pobres
hoy por que estaba sin nada que hacer, me puse a molestas y encontre esta pagina quiero que por favor escriba un articulo sobre seminaristas que han tenido que avandonar el seminario por que tocapor alguna razon
Bien dijo Jesús, que los pobres siempre estarán con nosotros; pienso que lo importante es que en el lugar donde estemos, luchemos por la justicia e igualdad para ir en contra corriente de quienes solo piensan en sus propios intereses, sin importar el bienestar integral de los demás.
Dios te bendiga y siga colmando tu vida de sabidurÃa.