Voy a creer, voy a creerle a Dios;
voy a confiar en su poder,
voy a esperar más de su amor.
Los milagros vienen de la fe,
se ha dicho, porque es verdad,
pero es milagro creer.
No es difícil la bondad,
esa es mi conclusión,
y ya la paso a explicar.
No es extraño dar amor,
pero lo extraordinario es,
seguir amando en dolor.
Y eso es lo que hace la fe:
hacer posible esperar
cuando ya no se puede ver.