1. El Proyecto SETI
SETI es el nombre de un proyecto de búsqueda de vida inteligente extraterrestre, y eso traduce su nombre: Search for Extraterrestrial Intelligence. La búsqueda se hace oyendo al firmamento, es decir, oyendo ondas de radio, como si uno quisiera acertar a encontrar cuál es la emisora moviendo el dial.
El problema es que el “dial” puede recorrer literalmente decenas de miles de posibles frecuencias de transmisión; el otro problema es que no sabemos adónde está la emisora, o sea, hacia dónde habría que enfocar las radioantenas.
En una sesión de escucha pueden pasar básicamente dos cosas: que se ruido o que se oiga el reflejo de alguna transmisión terrestre. Esto segundo es relativamente fácil de descartar; lo primero en cambio requiere de más cuidado. No sabemos, en efecto, qué clase de lenguaje podrían usar los potenciales extraterrestres. Ni siquiera sabemos si ese lenguaje estaría diseñado para seres parlantes o si eventualmente llegamos a pescar una secuencia de datos entre aparatos sofisticados, pero ajenos a la tierra, y por lo tanto, indicadores de alguna forma de inteligencia. El problema central es entonces diferenciar el “ruido” de lo que no lo es. La idea es que si se encontrara algo que no es un ruido y que parece estar transmitiendo o haber transmitido de manera suficientemente detectable y clara, hay que afirmar que alguien “allá” ha tenido la inteligencia y la tecnología para lograrlo.
Diferenciar el ruido del no-ruido es un problema típico de inteligencia artificial. El ruido carece de orden; un mensaje es una secuencia ordenada, pues precisamente es ese orden el que será reconocido como un texto. Ahora bien, el orden supone unas reglas o pautas de repetición, luego lo que se busca es buscar esas reglas o pautas. Por ejemplo, si alguien recibiera el “chorro” de letras que componen esto que escribo, vería repeticiones que son las de nuestras letras en español, es decir, vería que hay una cosa que es la “a” que aparece una y otra vez, y así sucesivamente. Luego aparecerían otras reglas menos obvias, como por ejemplo, que nunca hay cinco consonantes seguidas. Después de mirar atentamente un texto así uno podría afirmar, aunque no supiera lo que se dice, que ahí se dice algo.
Lo que la antena de radio “oye” de las estrellas es ruido y más ruido. Hace años que se adelanta el proyecto SETI y hasta la fecha no se ha hecho público que aparezca una sola secuencia suficientemente larga y clara como para afirmar que hay inteligencia extraterrestre. Para algunas personas esta es una señal de que no debe “desperdiciarse” más dinero y tiempo en tal investigación. Otros, en cambio, arguyen, que apenas hemos oído por muy poco tiempo, muy pocas frecuencias y muy pocos rincones de los inmensos cielos.
Una manera de aliviar la carga económica y de recursos humanos es a través de un software que pueden instalar muchos usuarios y que funciona simultáneamente en decenas o miles de computadores en Internet. Simplificando las cosas podemos decir que se trata de que cada aparato conectado analiza una pequeña porción de datos. Si encuentra algo que podría ser significativo, lo reenvía a una central de procesamiento que puede ocuparse sólo de esos posibles “candidatos.” El proceso sucede en el “background” de los computadores que libremente se asocian a esta tarea, de modo que los usuarios no ven entorpecidas sus labores, aunque sí ayudan a investigar miles de gigabites de datos.
Este es sólo un ejemplo de lo que llamamos el poder del procesamiento paralelo: ningún computador individual, ni muy poderoso, podría lograr lo que logran miles de computadores trabajando “en paralelo,” es decir, haciendo labores al mismo tiempo. El término viene por lo menos de los tiempos en que se inicio el estudio formal de los circuitos eléctricos.
Lo contrario del procesamiento “en paralelo” es el procesamiento “en serie.” Cuando se trabaja “en serie,” cada tarea va después de otra y sirve de requisito para otra más. Una montaña de datos de SETI puede ser trabajada en serie o en paralelo. En serie, si un súper-computador toma toda la montaña de datos desde el principio hasta el final, examinando unos datos y luego otros, y luego otros, y así hasta terminar. El procesamiento será en paralelo si sigue el estilo que los investigadores de SETI han escogido, y que ya hemos descrito: dividir la tarea en pedazos que se entregan a distintos aparatos trabajando al tiempo. El hecho mismo de que hayan hecho esta escogencia habla a favor del procesamiento paralelo; sobre eso hemos de seguir hablando.