Yo no suelo utilizar este espacio para repetir lo que se ha publicado en otros lugares en Internet. Pero es que no puedo dejar de meditar en lo que vivió Jillian Searle, una madre que de repente se vio obligada a escoger entre sus dos hijos durante el maremoto de Asia. La noticia original es de Reuters.
Jillian Searle, madre de dos niños, tuvo que escoger entre sus hijos a la hora de luchar por su vida durante el potente maremoto que devastó extensas regiones del Océano Indico y ha causado más de 120.000 muertos.
Entre olas turbulentas que inundaron un centro turístico en Tailandia, Searle no podía agarrar a sus dos hijos pequeños y sobrevivir al mismo tiempo.
La mujer debía luchar por mantenerse a flote y para eso tuvo que escoger cuál de sus hijos tendría que arriesgarse a sobrevivir por sí mismo en medio del torrente de agua que arrastraba todo lo que encontraba en su paso.
“Sabía que tenía que soltar a uno de los dos y entonces pensé que era mejor dejar ir al mayor,” dijo Searle al programa noticioso de televisión, Sky News, en un reportaje difundido el jueves.
Searle reside en la ciudad de Perth, en el oeste de Australia.
Searle dijo que se hallaba cerca de la piscina del hotel, en un centro turístico tailandés en la isla de Puket, con su hijo Lachie, de 5 años, y el otro de 2 años, Blake, cuando una gigantesca ola impactó el lugar.
“Hubo una señora que lo sostuvo por un momento, pero tuvo que soltarlo porque se estaba sumergiendo,” dijo Searle refiriéndose a su hijo Lachie.
“Yo gritaba, trataba de buscarlo, pensé que había muerto,” dijo a reporteros a su arribo a Australia.
Afortunadamente, Lachie fue hallado con vida dos horas después. El niño se sujetó a una puerta y, a pesar de la terrible experiencia vivida, no parecía haber sufrido lesiones.
Searle viajó a Tailandia acompañada de sus dos hijos y su esposo, Brad, quien observó desesperadamente toda la tragedia desde el balcón de su habitación en el primer piso del hotel.