Claudia Siles, de El Deber, periódico de Santa Cruz, publicó una nota sobre el Encuentro Carismático en La Mansión.
Hace 25 años se realizó el primer congreso para unir en oración a los seguidores de la línea carismática católica de varios países. Este año, el pedido se centrará en la necesidad de pacificar el mundo
El pahuichi de La Mansión, ese gran salón con capacidad para albergar a unas siete mil personas, ya está listo para la misa de inauguración de la vigésimo quinta versión del Encuentro Internacional del Nuevo Pentecostés, que se realizará hoy a partir de las 10:00.
Este año, el lema del encuentro es Señor, hazme mensajero de la paz, y pretende unir a miles de personas para hacer oraciones por la pacificación de Bolivia y el mundo. Según el sacerdote colombiano Nelson Medina, que llegó como invitado especial al encuentro, el tema es muy oportuno y positivo porque pedirá que todos nos aboquemos a buscar la justicia y la reconciliación.
Para los organizadores, el pedido de paz también es considerado una prioridad, principalmente en un momento en el que el país se mueve al ritmo de pugnas entre el Occidente y el Oriente y algunos rumores de inestabilidad asoman en el panorama político.
Las primeras delegaciones, de Paraguay y Perú, llegaron el viernes pasado. Se espera que unas 2.000 personas del exterior asistan a este encuentro. Sin embargo, el programa de charlas diarias (en la mañana y en la tarde) y el rol de celebraciones eucarísticas, que se tiene previsto para las 6:30 y las 19:30 de cada día, podrán atraer a unas 20.000 personas, aproximadamente.
La Mansión, centro carismático de evangelización que nació a inspiración de los padres Chris y Daniel, comenzó realizando estos encuentros en 1980. Desde entonces, la cita congrega a miles de personas. Según Dalcy Flores, secretaria general del congreso, cada vez hay más gente boliviana entre los asistentes.
Más de mil personas en la organización
El trabajo para organizar el XXV Encuentro Internacional del Nuevo Pentecostés comenzó el año pasado, cuando los fieles ya sabían que tendrían la responsabilidad de preparar la versión que coincide con las bodas de plata del congreso.
Esta vez fueron 50 las comisiones que se abocaron a la organización en temas como transporte, alojamiento, alimentación, etc. Lo que quiere decir que unas mil personas se movieron para que todo salga bien.
El trabajo es organizado por el padre José Luis Vargas y coordinado por Saúl Paniagua Flores. Muchos aspectos de este encuentro están a cargo de laicos, es decir, personas que no son sacerdotes ni siguen una carrera formal religiosa, pero que son muy apegados a este centro carismático católico de evangelización.
En sí, son los laicos de mayor trayectoria los que tienen a su cargo varias de las charlas que se darán cada día a lo largo de esta semana.
“Es un trabajo arduo, pero gratificante,” dijo la secretaria general del congreso, Dalcy Flores.
Misas y charlas
- Domingo 21. Misa de inauguración a las 10:00. En la noche, a las 19:30.
- Lunes 22. Señor, hazme mensajero de la paz.
- Martes 23. Itinerancia y misión y Paz, Búsqueda Familiar.
- Miércoles 24. Artesanos de la paz y Liderazgo en la vida cristiana.
- Jueves 25. Paz y bien. Señor, hazme mensajero de la paz.
- Viernes 26. Justicia y Paz. Amor por la Iglesia.
- Sábado 27. Hola, te llevo a Jesús, por catequistas.
- Domingo 28. Misa de clausura a las 10:00. Misa de acción de gracias a las 19:30.
Fr. Nelson Medina / Predicador
¿Por qué es tan importante pedir paz en este momento?
Es un tema actual en el mundo. La paz es más que la ausencia de guerra, es algo que requiere justicia, reconciliación, capacidad de perdón y una visión compartida del futuro.
¿En qué piensa enfatizar?
En tres líneas. En la necesidad de que nos quitemos de la cabeza que todo creyente es un fundamentalista. La verdadera fe es de humildad, de encuentro y de paz. El segundo punto es la paz interior. Una persona que no tiene paz dentro de sí, no puede construir paz afuera. El tercer aspecto es la humildad. Se la asocia con debilidad, pero es una apuesta por la verdad. La soberbia está a un paso de la violencia, así como la humildad de la paz.
Éste es un encuentro movido por laicos, ¿qué opina de eso?
Los laicos son un signo de los tiempos. Nos muestran que muchos hermanos toman en serio su fe. Necesitan prudencia y acompañamiento de pastores, pero son una gran noticia.
¿Cómo aprovechar mejor estos días en La Mansión?
Estos días serán como un banquete espiritual… la comida se dará a todos, pero cada uno hace la propia digestión. Es decir que luego de participar, debemos abrirnos al diálogo, a la reflexión, a la lectura frecuente de la palabra de Dios. Si nos quedamos sólo con las predicaciones, pasa muy rápido. Creo en la fuerza del evangelio para sanar vidas.