El Don de Evangelizar

Lo más hermoso que tiene la evangelización es ver que las vidas se transforman. Una joven, que aquí llamaré Beatriz (nombre cambiado), tiene hoy 15 años. Cuando tenía 12 la conocí en otro encuentro de evangelización en Los Angeles. La familia la tenía por posesa, y no sin razón, porque en ese tiempo ella estaba espantosamente involucrada en una secta satánica, y de hecho había asistido a una cantidad de cultos macabros, y de ritos que aquí no voy a describir.

El día de hoy nos volvimos a encontrar, tres años después. Fue en un momento de oración general por niños y por la Iglesia en los Estados Unidos, y hubo llanto de muchas personas, incluyéndome, sobra decir…

En ese contexto ella me escribe la carta que aquí traduzco. Sea para gloria de Dios y honor de Santo Domingo de Guzmán en su fiesta!

Agosto 8

son Medina:

Estoy tan feliz de verlo de nuevo! No puedo contener las lágrimas. Quiero que sepa que usted es una persona en verdad especial. Sé que Dios está a su lado y que usted es un instrumento suyo. Me alegra sentir que es mi amigo.

No pude escribirle antes porque mi computador estaba dañado y perdi su e-mail. Le agradezco sus consejos y su ayuda.

Por favor, no llore más. Entiendo que se sienta mal pero no todas las cosas son su falta. Llámeme cuando pueda. Gracias! Su predicación cambió mi vida y usted está siempre en mis oraciones.

Beatriz