Creo que de lo más feliz que me ha pasado en cuanto al idioma inglés fue lo que sucedió hoy después de la Misa de 5.15 pm, que me correspondía en la capilla de San Martín.
Terminada la celebración, se acercó un hombre ya mayor para agradecer por la Misa y por la predicación. Y me dijo: “¿De qué parte del país es usted?” En efecto, dada la inmigración que ha tenido Irlanda en las últimas décadas ya no se puede asociar irlandés con raza aria. Tuve que explicarle que yo venía de Sur América, y entonces me felicitó por el inglés.
Creo que es una felicitación excesiva, pero se la agradezco a Dios, porque uno de extranjero necesita también voces de ánimo en la nueva cultura y el nuevo medio.