Las noticias de los últimos días, que incluyen las declaraciones del presidente George Bush, son un gran mensaje de apoyo a la investigación espacial, sobre todo en lo que atañe a su dimensión más teórica, con lo que quiero decir: más relacionada con las grandes preguntas que no producen riqueza o beneficios inmediatos, como aquello de la vida en otros planetas.
¿De qué tamaño es la Tierra?
La pregunta llevaría hoy a cualquier estudiante de secundaria a revisar una enciclopedia o hacer una consulta rápida en Google. La respuesta típica: algo más de 12.000 km de diámetro. Esa es la Tierra, según la ciencia. ¿Qué diría la Biblia?
Pensamiento no-esencialista
Ya hemos visto que la Biblia desconoce la noción de planeta, así como desconoce muchas –la mayor parte– de las nociones científicas. La Biblia no descalifica una hipótesis levógira sobre las enzimas hepáticas entre otras cosas porque no tiene ninguna teoría enzimática en ninguno de sus versículos. Del mismo modo, no entra en su campo de afirmaciones o negaciones si lo que ella llama “tierra” es o no es un planeta. De hecho hay señales claras de que lo que la Biblia llama “Tierra” o “mundo” en ningún caso corresponde con lo que la ciencia posterior a Galileo llamaría “planeta”. Y eso es muy importante tenerlo en cuenta para el diálogo fructuoso con los astrofísicos de nuestro propio tiempo.
¿Hay planetas en la Biblia? ¿Y también enzimas?
Hay un gran supuesto que subyace a las críticas de la astrofísica moderna a la religión. Ese supuesto es que cuando la Biblia habla de “la tierra” se refiere a este planeta, el tercero en la lista del Sistema Solar, después de Mercurio y Venus, y antes de Marte y el gigantón, Júpiter.
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Para salir de dudas…
El objetivo final de las misiones a Marte no se oculta a nadie; se trata de salir de dudas: ¿hubo agua en el planeta rojo? Tampoco se oculta por qué esa pregunta: la vida, como la conocemos, está asociada al agua. Si hubo agua, se pueden buscar los rastros (desechos metabólicos) de procesos bioquímicos propios de los seres vivos. La química de la vida deja sus huellas en el nivel de la composición misma de los suelos, incluso si por cualquier razón no hay fósiles.
¿Cuánto nos modela la geografía?
Una de las grandes bendiciones de encontrarse en otro lugar, a miles de kilómetros de las tierras que uno ha conocido en la infancia y la juventud, es una especial sensibilidad por la geografía. Es verdad que por obra de la globalización uno puede tomar jugo de naranjas españolas al desayuno, degustar uvas francesas al almuerzo, acompañado por bananos de Costa Rica, en una mesa adornada con flores de Colombia. El vino de la misa es portugués y quizá no falte un poco de Schwarzbröte alemán. Todo eso está bien, y los almacenes especializados en importación se multiplican (¿alguien quiere jugo de zanahorias hidropónicas de Japón, por casualidad?). Pero hay algo que está ligado a la tierra, al lugar, a la geografía.
Se acabaron las vacaciones
Bueno, se acabaron. Una experiencia radicalmente distinta en cuanto a muchas cosas, pero también una oportunidad estupenda de aprender de la cultura y de conocerme en circunstancias que no me había imaginado. El balance es positivo, gracias a Dios.
La semana entrante recomienzo clases. Vamos a ver cómo nos va con eso, aunque tendré menos horas de clase como tal; primará el modelo “tutoría”. Poco a poco la atención habrá de irse concentrando en la disertación.
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Un 6 de Enero…
En este diario no he hablado mucho de mis papás. Hoy he hablado con ellos por un motivo que alegra mucho: han alcanzado los 43 años de matrimonio, por bondad de mi Dios. Un testimonio que conmueve y alegra, pero sobre todo: un don que, a medida que pasa el tiempo, más don se descubre.
Biotecnología
¿Qué lugar, literalmente hablando, tendrá la tecnología en nuestras vidas, o mejor: en las vidas de quienes estén por este planeta en 50 o 100 años?
Desde los relojes hasta las agendas digitales; desde los teléfonos celulares con cámara hasta los tablet es evidente que la tendencia global es acercar la respuesta a la necesidad. Al fin y al cabo, la teconología puede ser bella, cómoda, miniaturista o económica… todo eso puede ser, pero en cualquier caso debe ser útil, y la utilidad crece cuando la respuesta a una necesidad está más cerca de esa necesidad.
En la práctica esto supone tres retos simultáneos: eficiencia, movilidad y ergonomía.
La eficiencia es aquí la capacidad de lograr un objetivo de la manera más completa, ágil, confiable y económica, ya se trate de hacer un cálculo, procesar un texto, enviar una imagen, emitir un sonido. Entra en este campo también el reciclaje y la correcta manipulación de los desechos.
Dublín de noche
Unas cuantas imágenes para compartir con todos.
Medio Millón de Cámaras
Un informe reciente habla de Londres, la ciudad capital más extensa de Europa, y su medio millón de cámaras de circuito cerrado de televisión.
En promedio, un turista que llega a Londres es visto por más de 300 cámaras de vigilancia en un solo día, desde el aeropuerto hasta los lugares de compras o los lugares más comunes. Las cifras son diferentes desde luego en otras partes del mundo, pero en todas partes están creciendo.
Más humor
No sé si ya comenté lo del letrero en aquel restaurante dublinés de comida “rápida”:
Si su pedido no llega en 5 minutos… llegará en 7, o en 8, o tal vez en 12.
Conversación entre frailes por estas fechas, con su toque de sal.
–¡Que alegría verte! ¡Qué bueno que volviste! –Gracias, hombre. –Tanto nos alegra recibirte, que sería bueno que te fueras más a menudo.
Otra conversación:
–Llego apenas de la Misa. No había muchos. –¿Personas o euros?
Claro que a medida que se van dando cuenta que les entiendo los chistes se ven más recatados para decir ciertos apuntes. ¡Ay, Dios, qué risas les habré causado, me imagino! Todo va en la vida fraterna… 🙂
No siempre tan solemne, por favor…
Quiero empezar agradeciendo tantas manifestación de afecto y amistad que he recibido estos días, con motivo de la Navidad y el Nuevo Año.
Por distintas razones, sobre todo de evangelización, en otras oportunidades, he pasado estas fechas en un contexto que no es el de la mayoría de las personas. Por ejemplo, con la celebración de la misa a medianoche en algún monasterio o convento. Esa costumbre, y recibir tanto amor a través de “cables” (sobre todo el teléfono e Internet) me han dado una gran paz y un sentimiento de inmensa gratitud a estas horas… con Dios, con mi familia, con mi patria, con la Orden de Predicadores, con tantos amigos y amigas… ¿Cómo no cantar agradecido?
¡Nuevo Año! ¡Gloria a Cristo en el 2004!
Empezamos con regalos!
Para quienes han pedido las entregas pasadas de este diario, aquí está. Ahí tienes todo nuestro diario del 2003 (Septiembre a Diciembre), con mucho cariño, empacado para ti.
¡Abrazos!