Una luciérnaga no alumbra todo su camino
pero todas las luciérnagas estrellan una noche.
Como un tácito acuerdo cuando unas luciérnagas
se encienden otras se apagan.
Cuando se apaga un pensamiento se enciende otro
para que no te quedes a oscuras.
Un sapo se traga a la luciérnaga pero no queda iluminado.
Los pensamientos del sabio se apagan en el buche del tonto.
