Una entrevista de la Emisora Minuto de Dios (año 2007) sobre la experiencia de Fr. Nelson Medina en la evangelización a través de la música. Puede ser interesante ver la página de cantos también.
Las Preguntas nacen de las Convicciones
Pensamientos en voz alta. Va el primero.
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Sola Scriptura
Ante todo preguntemos una cosa: ¿De dónde sale la idea de que cada cosa que creemos debe estar en un versículo de la Biblia? Esa idea no viene de la Biblia. Ningún versículo de la Biblia dice que la Biblia tiene formulado todo lo que hemos de creer. De hecho, antes del siglo XV, o mejor: antes de Martín Lutero ese supuesto criterio no existía. Fue Lutero el que lo formuló con la expresión “Sola Scriptura,” o sea: la sola Biblia. Basado en ese principio Lutero instaló firmemente también su idea de que cada quien debía interpretar la Sagrada Escritura, o sea, lo que se llama la interpretación privada.
Pero si uno mira la Biblia, resulta que ella no apoya ninguna de estas ideas que Lutero volvió populares con tanto éxito, y que son el soporte teórico del protestantismo en todas sus versiones. Por lo pronto, ningún versículo de la Biblia dice que en la Biblia está todo lo que hemos de creer. Más bien lo que dice es lo contrario. En 2 Tesalonicenses 2,15 san Pablo dice: “Hermanos, estad firmes y conservad las doctrinas que os fueron enseñadas, ya de palabra, ya por carta nuestra.” Ahí constan dos cosas: que una parte importante de su enseñanza no quedó escrita y que el apóstol quiere que eso que no está escrito tenga fuerza de doctrina que debe ser conservada.
SANCTUS: Presente y Futuro
SANCTUS, semilla de un Movimiento Católico centrado en el misterio de la Pasión de Cristo y en nuestra unión de amor y reparación con Él, reflexiona sobre su presente y su futuro, en torno a tres ejes: 1. Ser “movimiento” y ser “grupo de oración y formación.” 2. Ser comunidad y tener un apostolado. 3. Caminos de comunicación y perfil de la autoridad. Todo ello implica crecimiento en la madurez humana y a la vez en la apertura a la acción del Espíritu Santo.
La Biblia en Tiempos de Prueba (14 de 14)
Estructura del Curso: Una serie de predicaciones sobre aquello que enseña la Biblia para esos momentos, los más duros, pero también los más fecundos. *** Tema 14: Testigos de la victoria de Cristo
La Biblia en Tiempos de Prueba
Para la gloria de Dios, hemos culminado la publicación del curso completo de La Biblia en Tiempos Prueba: 14 sesiones. Está disponible en MP3 para escuchar desde nuestra página web o para bajarlo al computador. Los grupos parroquiales o de oración pueden descubrir también un modo de ayudarse en su formación “quemando” estas predicaciones en CDs (uno por cada charla). No es difícil hacer un esquema sencillo que siga estas 14 sesiones y distribuirlas en 14 o 28 semanas, o como parezca mejor en cada circunstancia. El propósito es: facilitar material de formación para nuestro amado pueblo católico. El link fundamental es este:
La Biblia en Tiempos de Prueba (13 de 14)
Estructura del Curso: Una serie de predicaciones sobre aquello que enseña la Biblia para esos momentos, los más duros, pero también los más fecundos. *** Tema 13: Ganar espacio para Cristo
Morir haciendo el bien
Mike Barnett, de 28 años murió haciendo el bien. Fue a ayudar a su abuelo, cuya casa se estaba anegando rápidamente por las torrenciales lluvias que han azotado el centro y sur de Inglaterra estos días de finales de junio de 2007. Mientras el nivel de agua subía, Mike intentó destapar un drenaje que debería aliviar la situación. Desafortunadamente su pie quedó atrapado en una reja y aunque muchas personas, incluyendo vecinos, bomberos y guardias hicieron esfuerzos desesperados durante cuatro horas, Mike murió no por ahogamiento sino por hipotermia. Todo se intentó, incluyendo el esfuerzo de buzos, darle un aparato de respiración de buceo, e incluso se consideró amputarle la pierna, pero el rápido ascenso del agua bajó la temperatura de su cuerpo demasiado pronto y el buen hombre colapsó y falleció ante los ojos impotentes de vecinos y de todos los que se esforzaron minuto a minuto por salvarle la vida.
69. Los Ángeles y Los Sacramentos, Parte I
69.1. En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
69.2. Puesto que en los sacramentos se comunica particularmente la gracia de Dios, y yo mismo soy una expresión del deseo que Dios tiene de que vivas y crezcas en su gracia, es fácil entender que hay una asociación muy profunda entre los sacramentos y la presencia inspiradora y santificadora que Dios ha querido que los Ángeles tengamos en vuestras vidas.
69.3. No es difícil encontrar en la Sagrada Escritura testimonios sobre cómo todo aquello que Dios habría de comunicar plenamente —y ahora comunica con abundancia— en razón de la humanidad sacrosanta de su Divino Hijo, todo eso, digo, aparece como anticipado y otras veces completado, embellecido, proclamado por el ministerio de los Ángeles.
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La Biblia en Tiempos de Prueba (12 de 14)
Estructura del Curso: Una serie de predicaciones sobre aquello que enseña la Biblia para esos momentos, los más duros, pero también los más fecundos. *** Tema 12: Testigos de la Buena Nueva
La Biblia en Tiempos de Prueba (11 de 14)
Estructura del Curso: Una serie de predicaciones sobre aquello que enseña la Biblia para esos momentos, los más duros, pero también los más fecundos. *** Tema 11: La fuerza de nuestra esperanza.
La Biblia en Tiempos de Prueba (10 de 14)
Estructura del Curso: Una serie de predicaciones sobre aquello que enseña la Biblia para esos momentos, los más duros, pero también los más fecundos. *** Tema 10: El Cielo, lugar de la victoria
68. Puedes decir que soy Una Mirada
68.1. En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
68.2. Hilos sutiles, y un tejido tenue y fino, van uniendo entre sí las más diversas creaturas. Una mirada distraída y apática distingue sólo masa y multitud; una mirada atenta y amorosa descubre orden y belleza.
68.3. En cierto modo, este es uno de los grandes oficios de los Ángeles: mirar, y mirando, admirar y alabar. Cada Ángel tiene, por así decirlo, como un punto de vista sobre el conjunto de la obra creadora y redentora de Dios, y ninguno la agota, pues desde que Dios mismo quiso participar de su naturaleza a sus creaturas racionales, las hizo inagotables en sus posibilidades.
La Biblia en Tiempos de Prueba (9 de 14)
Estructura del Curso: Una serie de predicaciones sobre aquello que enseña la Biblia para esos momentos, los más duros, pero también los más fecundos. *** Tema 9: Ante la enfermedad física.
La Biblia en Tiempos de Prueba (8 de 14)
Estructura del Curso: Una serie de predicaciones sobre aquello que enseña la Biblia para esos momentos, los más duros, pero también los más fecundos. *** Tema 8: Lo bueno de los tiempos malos
¿Qué es ofrecer algo a Dios?
Si hay algo más impresionante que ver a una persona sufriendo es ver que ofrece su sufrimiento por el bien de otros. Es una escena que he tenido la gracia de ver más de una vez, especialmente en el contexto de los agonizantes. Precisamente allí donde todo se entrega, allí donde asoman las puertas altas y siniestras de la muerte, la generosidad brilla como piedra preciosísima. Estos, mis oídos, han oído cosas como: “¡Ofrezco este dolor por mi país, para que cese la violencia!” O también: “Acepta, Jesús, esta ofrenda de mi vida por las vocaciones sacerdotales.”
El valor asombroso de personas como estas lo mueve a uno a reflexión en varios niveles. Está la parte existencial, es decir, ese cuestionamiento que uno termina haciéndose en torno a a los propios valores, y en torno también a lo que pasa y lo que dura. Para mí por lo menos es inevitable sentirme torpe, cobarde y egoísta cuando descubro el tamaño del amor que circula por esas carnes maceradas por el peso de la enfermedad, los accidentes o la violencia de los hombres. Este es un nivel de cuestionamiento que se puede resumir en la pregunta: “¿Y yo qué?”
Pero hay otros niveles. Por ejemplo, cabe preguntarse por la dimensión psicológica del ofrecimiento: ¿Qué hay en la cabeza de una persona cuando enfrenta un dolor intenso y lo abraza, y lo ofrece? Aunque suene cruel o descreído preguntarlo: ¿Es un acto de resignación? ¿Es una forma de huir con decoro y tratar de hacer algo bueno de un momento malo? La razón de hacer estas preguntas no es la curiosidad. Es que me llama la atención por qué unas personas parece que pueden dar ese paso mientras que otros se cierran en una concha de amargura y simplemente maldicen su suerte o se concentran en recriminarle a Dios su injusticia. ¿Por qué sucede así? ¿Hay alguna forma de ayudar a que la persona que sufre bajo el impacto de un dolor descomunal encuentre un camino hacia una perspectiva de oblación y ofrecimiento, o eso sólo sucede si la persona ya era creyente y muy religiosa?
