El Resentimiento
Vamos a reflexionar sobre otro sentimiento negativo que nos hace padecer mucho. Muchas personas sufren porque viven en permanente resentimiento: siente y sienten y vuelven a sentir, a resucitar el sentimiento negativo, la experiencia negativa que han tenido. Es el caso de muchos divorciados. Viven presos del pasado y esto hace que la vide se les estanque experimentando situaciones de ánimo invivibles. Vivir resentidos, aunque sea inconscientemente, exige mucho gasto de energía que mantiene a la persona en un estrés constante. El estrés causado por el resentimiento ataca eventualmente el sistema inmunológico, dando lugar a enfermedades tales como artritis, arteriosclerosis, enfermedades cardiovasculares, diabetes, etc. Por eso, entre las mejores estrategias de defensa contra los efectos del resentimiento se recomienda la práctica diaria del perdón.
Los sentimientos no deben gobernarnos, sino nosotros a ellos. Nuestros sentimientos positivos deben ser alimentados y desarrollados y los negativos deben ser vigilados y controlados para la construcción integral de una personalidad bien formada. Siempre existirá alguien o algo que te hará daño. Darte cuenta de que vas por la vía del resentimiento es una oportunidad para preguntarte ¿cuánto tiempo quiero seguir por este camino?, pues el amor no puede ser limpio y puro cuando el corazón esta lleno de rocas que cansan el alma. El resentimiento provoca en ti cansancio, pues nunca llegas a ningún lado, te quedas atrapado dentro del laberinto. Busca la puerta: amor o resentimiento. Debes elegir una sola salida. Víctor Emil Frankl, fundador de la Logoterapia, lo decía así: el ser humano es el que “elige”, es el que conforma su existencia… el ser humano es responsable de lo que hace, de lo que ama y de lo que sufre”.

98.2. El paso del tiempo te va dando la idea y figura de la muerte; esta es una profunda realidad que no estás oyendo por primera vez. Muchas de las personas que tratas son una breve visita a tu vida, y a mucha gente que has visto, ya no la volverás a ver. Por varios de los lugares donde has estado ya no regresarás y hay personas incluso que murieron sólo horas después de verte; algunos otros partieron a la eternidad minutos antes de que te acercaras a sus ciudades, países o puertos. Sé que tú sabes todo esto, pero es saludable que lo recuerdes, y por eso es bueno que yo te ayude para que resuene en tus oídos.
Les invito a reflexionar en un sentimiento muy perjudicial en nuestras relaciones, el rencor, que nos hace incapaces de perdonar. Ciertos sentimientos los Tenemos reprimidos o escondidos ciertos sentimientos desde la infancia o juventud hasta hoy. En muchas oportunidades esos sentimientos se somatizan y pueden manifestarse en forma de dolores de cabeza crónicos, problemas estomacales, dolores de espaldas, etc. Una persona decía que todos los días, a cierta hora, sentía dolor de cabeza. Se le dijo que recordara desde qué edad empezó a sufrir ese dolor y qué le aconteció en esa ocasión. Recordó que a los 7 años su padre lo había castigado injustamente. Él había mantenido desde entonces un rencor contra su padre. Ahora reconocía el posible motivo del castigo, perdonó a su padre y el dolor de cabeza desapareció, porque se liberó del rencor.
De corazón a corazón


96.1. En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
