Ejercicios sobre el perdón, 33

Jesús sana hoy
(Lc 4,16-19; Mc 7,14-23)

AmorLes invito a reflexionar sobre un tema fundamental para quien ha sido herido en su interior. Jesús vino a curar al hombre de sus pecados, de sus heridas y a darle vida en abundancia: “¿Acaso olvida una madre a su niño de pecho, sin compadecerse del hijo de sus entrañas? Pues aunque ellas llegasen a olvidar, Yo nunca te olvido. Míralo, te tengo tatuado en la palma de mis manos” (Is 49,15-16). Dios-amor se preocupa de nosotros, de nuestra salud corporal o física y espiritual o interior. Cuida de nosotros mejor que una madre cuida de su hijo pequeño. El tema de la sanación interior es un tema central en el ministerio de Jesús, poco manejado hoy por nuestra pastoral. Jesús ha venido a sanar los corazones destrozados por el desamor y nos ofrece un corazón nuevo. Necesitamos ponernos en contacto con el poder sanador de Jesús, que nos quiere completamente sanos.

Testimonios: Un sacerdote sufrió durante varios años de dolores de cabeza persistentes, gripas y sinusitis. Lo agravaba el clima tropical donde vivía y el trabajo que tenía que realizar. En un momento de diálogo con el Señor, el le dijo: “Tu vida está llena de tensiones innecesarias, que destruyen tu salud. La fuente de esas tensiones no es ni el clima, ni el trabajo, sino tu espíritu desconfiado y negativo. Cuando trabajas, lo haces como si yo no estuviese contigo. ¿Porqué no confías en mí? Ahí está ese sacerdote al que no acabas de aceptar. ¿Porqué no lo perdonas y aceptas, como yo te perdono y acepto a ti?”. Y Jesús, médico divino, no solo hace el diagnóstico a fondo, receta el tratamiento, sino también nos sana. Por eso, con su ayuda comencé a mirar a mi hermano sacerdote, con amor y comprensión, perdonándolo. Me fue fácil perdonarlo más de siete veces. Comencé a visualizar el trabajo, no como mi trabajo, sino como algo del Señor, que yo realizo bajo su dirección y con su fuerza. El Espíritu de alabanza vino a reemplazar mi espíritu de queja. A los pocos días sufrí un ataque fuerte de gripa y sinusitis. Pero, seguí confiando en el Médico divino y alabándole. Desde entonces, -hace ya doce años- no he vuelto a tener gripa fuerte, ni sinusitis, ni dolores de cabeza.

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Proyecto Personal de Vida

Un camino para reconciliarse con el pasado y preparar un mejor futuro. La serie completa se encuentra aquí. Se trata de tres conferencias:

  • Conocerse
  • Valorarse
  • Proyectarse

1. CONOCERSE

1.1 Por qué

  • Sanar el pasado, potenciar el futuro
  • Saber dónde hay que empujar
  • Evitar sorpresas / ataques desagradables (los peores momentos suceden cuando queda expuesta
  • Conocerse es escuela de humildad, misericordia y oración sincera

1.2 Cómo

1.2.1 Métodos formales (sesiones)

  • Psicoterapias
  • Terapias de grupo
  • Ejercicios espirituales

1.2.2 Métodos informales (actitudes)

  • “Observarse”: repetir la película
  • Examen de conciencia
  • Hacer listas: defectos, virtudes, dolores, esperanzas, deseos
  • Hacer comparaciones: “soy como…”
  • Hacer preguntas: ¿Qué me motivó…? ¿Qué es lo que yo realmente quisiera?
  • Autobiografías – diarios – blogs
  • Diálogos con amigos / compañeros / parientes
  • Estudios de caso

1.3 Hasta dónde

  • Nunca entrar solo
  • No centrarse en sí mismo
  • Estar más atento a las oportunidades futuras que a los diagnósticos pasados

2. VALORARSE

2.1 Por qué

  • Es principio de paz interior
  • La baja autoestima crónica ocasiona enfermedades, envidias, depresión
  • La baja autoestima genera mecanismos de compensación a través del poder o el placer
  • La gratitud, la alegría, el deseo de ayudar con connaturales a una sana autovaloración

2.2 Cómo

2.2.1 Métodos formales (sesiones)

  • Psicoterapias
  • Terapias de grupo
  • Ejercicios espirituales

2.2.2 Métodos informales (actitudes) : seguimos ejemplo de San Pablo en 1 Timoteo 1

  • Descubrimiento fundamental: no tengo que “ganarme” el que Dios me ame
  • Los dos caminos: enamorarse de una autoimagen ideal vs. vivir en la gratuidad y la gratitud
  • Lo primero es autoestima basada en: vanidad, orgullo, suficiencia, autocomplacencia -> muerte
  • Lo segundo es autoestima basada en: agradecimiento, humildad, solidaridad
  • Criterio de discernimiento: el modelo “autoimagen ideal” quiere sobresalir = salir “solo”
  • Atención a: la alabanza de la misericordia y la contemplación de la gloria
  • Diferencia entre: contingencia como desesperación, contingencia como regalo continuo
  • El arte de no personalizar: un error que yo cometa no hace de mi vida una equivocación
  • Finalmente, mi pecado no soy yo (cf. salmo 103: él aparta de nosotros nuestros delitos)

2.3 Hasta dónde

  • Riesgos: vanidad, terquedad, orgullo, desprecio de los pequeños, ignorantes o pobres.
  • Discernimiento: paz interior, humildad, sentido del humor (no tomarse demasiado en serio)

3. PROYECTARSE

3.1 Tipos de proyectos

  • Horario
  • Resultados
  • Prioridades
  • Gustos (inspiraciones)
  • Deberes

3.2 Balances de un proyecto

  • Realista vs. Flexible
  • Evaluable vs. Escalable
  • Específico vs. Visionario

3.3 Nunca perder de vista

  • Espacio para la alegría
  • Espacio para el ocio
  • Espacio para la creatividad

Marking the 2000th Anniversary of St. Paul’s Birth

A Meditation for the Monthly Meeting of the Bethlehem Curia of the Legion of Mary

San PabloTo mark the 2000th anniversary of the apostle St. Paul’s birth, our well-loved pope Benedict has decided to celebrate the “Year of St. Paul,” starting next June 28th, 2008. An extensive quotation from a catechesis of his, given in Octuber, 2006, is a fitting introduction to this great opportunity we all share:

[Early in his life, Paul] went to Jerusalem to study the roots of Mosaic Law in the footsteps of the great Rabbi Gamaliele (cf. Acts 22: 3). He also learned a manual and common trade, tent making (cf. Acts 18: 3), which later permitted him to provide personally for his own support without being a weight on the Churches (cf. Acts 20: 34; I Cor 4: 12; II Cor 12: 13).

It was decisive for him to know the community of those who called themselves disciples of Jesus. Through them he came to know a new faith – a new “way”, as it was called – that places not so much the Law of God at the centre but rather the person of Jesus, Crucified and Risen, to whom was now linked the remission of sins. As a zealous Jew, he held this message unacceptable, even scandalous, and he therefore felt the duty to persecute the followers of Christ even outside of Jerusalem.

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Proyecto Personal de Vida (3 de 3)

Proyecto Personal de Vida: un camino para reconciliarse con el pasado y preparar un mejor futuro. Tema 3: Proyectar y proyectarse. ¿Qué tipos de proyectos hay y cómo escoger el apropiado? ¿Qué balance es necesario para que un proyecto sea realizable y a la vez haga avanzar? ¿Qué clase de ocsas suelen olvidarse más al hacer un Proyecto Personal de Vida?

120. Amor Carnal y Amor Espiritual

120.1. En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

120.2. El amor acerca pero no confunde; une pero no mezcla; consolida sin disolver a nadie, armoniza sin apabullar a nadie, complementa sin anular a nadie. Me refiero al amor que es de Dios, porque el amor humano, dejado a sus solas fuerzas, cuando se acerca al otro lo confunde consigo mismo y por ello no es raro que lo utilice, lo burle o lo irrespete.

120.3. Ese amor, que es el de la carne, no sabe unir sin mezclar; sólo se siente fuerte cuando ha desaparecido aquello que es irreductible del otro, es decir, del supuestamente “amado.” Para “amarlo” le cancela en su individualidad y lo integra sólo como conveniencia, esto es, como la pura negación de su ser personal. Donde más crudamente se ve esto es en los pecados contra la sexualidad, y particularmente en la prostitución.

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Ejercicios sobre el perdón, 32

Jesús y el Límite del Perdón:
(Mt 18, 21-35)

Veamos hasta dónde necesitamos perdonar, cuál es el límite. Ya sabemos que es preciso perdonar. Pues, como dice un proverbio árabe: “el hombre que perdona se parece al incienso que embalsama el fuego que le consume”. Perdonar es complicado, porque no siempre somos conscientes de toda la rabia, la amargura y el resentimiento que se ha acumulado en nuestro corazón. Pero, se sabe también que el resentimiento produce efectos nocivos. El estrés causado por el resentimiento ataca el sistema inmunológico. Entre las mejores ayudas contra esos efectos nocivos algunos médicos recomiendan la práctica habitual, diaria del perdón. Para descubrir cuál es el límite de entrega de nuestro perdón les invito a encontrarnos con detenimiento con una parábola que nos propone Jesús en el llamado sermón de la comunidad.

El límite del perdón: En cuanto al límite de nuestro perdón los rabinos, con fundamento en las Escrituras decían que se podía llegar a perdonar hasta tres veces. Pedro, en su experiencia al lado de Jesús, creía que se debía perdonar siete veces. Jesús, en su escuela, propone un perdón sin medida, siempre. Así se desprende del diálogo que se da entre Pedro y Jesús en relación con el perdón de las ofensas. Dice el evangelista que Pedro, dialogando con Jesús: “se acercó y le dijo: ‘Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar a mi hermano las ofensas que me haga?¿hasta siete veces?’ Jesús le dijo: ‘no te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete” (Mt 18,21-22). Después de esta enseñanza añadió una parábola que trata sobre la actitud de perdón continuo y de corazón, específica de los miembros de toda comunidad cristiana.

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119. La Santificación de la Memoria

119.1. Te veo dudar. Vacilas y tiemblas, como el que teme algo o el que desea algo con ardor. La duda es la primera de las derrotas: dudar es lo primero que hace el que va a entregar sus armas. La duda agrieta lo único verdaderamente fuerte que hay en ti, es decir, la fe. Por eso fue escrito: «Yo os aseguro: si tenéis fe y no vaciláis, no sólo haréis lo de la higuera, sino que si aun decís a este monte: “Quítate y arrójate al mar,” así se hará» (Mt 21,21).

119.2. Puedo decir a tu favor que, a pesar de tus dudas, sigues escribiendo. Está bien que hagas así, por tres razones. Primera, porque es necesario que quienes conozcan estas palabras no te imaginen como persona buena, estable y santa, cual si estuvieras ya fundado en sólida virtud. Ellos podrían pensar que te hablé así como una especie de premio a tus buenas obras y a tu fructuosa vida, y no es así. Segunda, porque todo hombre tendrá tentaciones y sentirá el embate de los vientos contrarios y de las voces halagadoras del pecado. Es bueno que quede constancia de que, en tales horas, no falta la voz ni la Providencia de Dios. Puede faltar, y de hecho falta muchas veces la correspondiente y generosa obediencia de parte tuya, pero Dios no te ha faltado. Tercera razón, te sirve para memoria de tu propia historia. Tú has llamado “diario” a este serie de inspiraciones mías; está bien que al volver a leer tu “diario” encuentres un recuento, aunque sea indirecto, de tus dificultades, caídas y levantadas.

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Razones para preparar con tiempo algunos cambios en el Derecho Canónico (1)

¿Es motivo de orgullo o de inquietud que un mismo sistema de leyes, el Codex Iuris Canonici (CIC) rija para cerca de mil millones de personas? ¿Es motivo de preocupación para alguien que dos cuerpos de leyes, el CIC y el Código para las Iglesias Orientales, subsistan dentro de la Iglesia como parientes que casi nunca se saludan? ¿Hay en la Iglesia Católica la posibilidad honesta y abierta de experimentar una legislación de un modo parcial o local antes de pensar en ampliarla al ámbito de lo universal? Mi impresión es que preguntas tan arduas como estas, y aún más difíciles, tendrán que ser abordadas en el presente siglo. El impacto de las respuestas tendrá tremendas repercusiones para nuestra concepción de lo que significa el Papa, la colegialidad y la Iglesia misma.

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Ejercicios sobre el perdón, 31

JESÚS Y EL PERDÓN
(Mateo 18, 21-22; 23-35; Jn 8, 1-11; Jn 20, 22-23)

En el tema anterior vimos cómo el Padre se nos ha revelado como misericordioso. Siendo Jesús uno con el Padre, no podía actuar de forma distinta. Una característica de Jesús fue la de interesarse por las personas, pues cada una es fuente inagotable de riqueza, de dignidad, también de necesidades. Esto le permitió ubicar debilidades al interior de las personas, de las comunidades. Entre las principales debilidades se encuentran el egoísmo, la violencia, el rencor, la prepotencia. Las personas alimentan, también, odios personales o ancestrales, trasmitidos de generación en generación, y aceptados como naturales, lógicos e inalterables. Jesús rompió con esos odios y explicó que eran parte de la levadura del pecado. Por ello, en el NT, san Mateo nos habla de manera especial de la necesidad de practicar el perdón, de la responsabilidad de los creyentes respecto al perdón y del desafío de construir, con el perdón, las comunidades del Reino de Dios.

Necesitamos mirar a Jesús, para aprender lo que significa ser mansos y misericordiosos; lo que significa buscar la justicia, ser limpios de corazón, trabajadores por la paz. Con nuestra mirada fija amorosamente en él, descubrimos el sendero del perdón y de la reconciliación en un mundo a menudo devastado por la violencia y el terror. En el amanecer del 11 de septiembre del 2001, el mundo vio con una claridad dramática el rostro trágico de la demencia humana. Vio lo que sucede cuando el odio, el pecado y la muerte toman el control de la vida. Pero eso, necesitamos contemplar a Jesús y oír su voz, que resuena en medio de nosotros. Su voz que es voz de vida, de esperanza, de perdón; voz de justicia y de paz. ¡Sólo tenemos que escucharla y dejarnos educar por ella!

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Casos que se pueden prevenir

En un portal católico relativamente reciente, Religión en Libertad, escribí hace poco una serie de artículos sobre casos de lesbianismo cuyo origen parece ligado a condiciones familiares. Mi sensación es que podemos hacer mucho bien fortaleciendo la familia, y en esa línea va el documento, que, ya completo y en PDF, se encuentra aquí.

118. Te Enriquece y te vuelve Riqueza

118.1. En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

118.2. Bendición y esperanza van unidas. Tú has leído cómo Abraham prolongó en su hijo Isaac la bendición que él mismo había recibido, pues «Abraham dio todo cuanto tenía a Isaac. A los hijos de las concubinas que tenía Abraham les hizo donaciones y, viviendo aún él, los separó de Isaac, enviándoles hacia levante, al país de Oriente. Después de la muerte de Abraham, bendijo Dios a su hijo Isaac» (Gén 25,5-6.11).

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