Ahora tenemos edificios más altos, pero templos más pequeños; autopistas más anchas, pero puntos de vista más estrechos.
Gastamos más dinero, y nos gastamos cada vez más; compramos más, pero disfrutamos menos.
Tenemos casas más grandes y familias más pequeñas, cosas más útiles y menos tiempo para usarlas.
Tenemos más educación y menos sentido común; más conocimientos y menos juicio; más expertos y más problemas; más medicinas y menos bienestar.
Tomamos mucho, fumamos mucho, gastamos sin medida; reímos muy poco, manejamos muy rápido, nos enfurecemos demasiado rápido; nos acostamos muy tarde, nos levantamos muy cansados; casi no leemos; vemos demasiada TV, y casi nunca rezamos.