Vidas Consagradas, 11 de 12, Movilidad

Retiro Espiritual con las Dominicas Hijas de Nuestra Señora de Nazareth, del 26 al 31 de Diciembre de 2011. Tema 10: Movilidad e itinerancia.

Hay cambios que llegan aunque no los queramos, como seguramente es el caso de la vejez o de la muerte. Pero, en general, el movimiento o cambio es señal de vida, mientras que la inmovilidad hace temer anquilosamiento y finalmente atrofia.

La movilidad, que incluye la idea de peregrinar y de acoger la voluntad de Dios, requiere de una genuina espiritualidad basada en un itinerario de fe. Pasa a veces que la vida nos lleva el cuerpo pero el corazón no avanza porque en realidad sólo puede moverse a impulsos de la fe.

El principal obstáculo para la movilidad interior es el orgullo, con su consiguiente tendencia a hacer imperios en cualquier parte. Sólo cuando reconocemos que no estamos hechos sino en proceso de ser podemos cambiar esa actitud que paraliza.

2012, 366 Dias de Gracia

2012, 366 dias de gracia

Este es un año de gracia,
año de gran bendición.
No lo dijeron los mayas:
lo dijo Cristo, el Señor.

Este es un año de gracia,
y mi alma no ha de temer;
porque Jesús me acompaña,
y no hay aliado como Él.

Este es un año de gracia:
quiero vivirlo a la luz
del Dios que tanto me ama
y que murió en una Cruz.

¡Este es un año de gracia!
¡Yo te deseo la paz!
Dile al miedoso que “¡Calma!”
y que deje de cansar.

[Esta rima tiene música.]

Vidas Consagradas, 10 de 12, Algunas notas sobre la formacion

Retiro Espiritual con las Dominicas Hijas de Nuestra Señora de Nazareth, del 26 al 31 de Diciembre de 2011. Tema 10: Algunas notas sobre la formación en la Vida Religiosa.

La formación inicial es tarea compleja y de muy alta responsabilidad. Requiere atención a múltiples dimensiones y factores. En esta ocasión enfatizamos ocho aspectos que parecen de particular actualidad y urgencia:

(1) Silencio; (2) Soledad; (3) Destrezas de lecto-escritura;

(4) Autodominio; (5) Capacidad de acoger autoridad, no sólo de la Maestra; (6) Creatividad: capacidad de ir “más allá” de lo mandado.

(7) Tolerancia a la frustración; (8) Expresión literaria y poética.

Vidas Consagradas, 9 de 12, Sanacion en la Vida Religiosa

Retiro Espiritual con las Dominicas Hijas de Nuestra Señora de Nazareth, del 26 al 31 de Diciembre de 2011. Tema 9: Sanación en la Vida Religiosa.

Las condiciones peculiares de la vida religiosa, y en concreto, la vida en las comunidades femeninas, presenta desafíos muy específicos cuando se trata de sanar heridas del pasado (antes del ingreso al convento), o heridas de lo que podemos llamar el presente, es decir, aquellas que acontecen en el día a día de la vida en comunidad.

Una de las principales dificultades se nota al comparar la condición de una mujer seglar y la de una religiosa. En el primer caso, la seglar suele desahogar su corazón atribulado comentando sus cosas con amigas o parientes. Este camino no es fácilmente practicable para la religiosa, a menos que desee iniciar o empeorar una serie interminable de murmuraciones y chismes.

La mujer consagrada debe saber, sin embargo, que Dios no está lejos de su camino, y que su Providencia ciertamente actúa si estamos en disposición de recibir su paso sanador cuando llegue. Tres sugerencias:

(1) El humilde conocimiento de sí mismo, a la luz de Cristo en su Pascua.

(2) La conciencia de que toda sanación profunda es un proceso; la paciencia y la perseverancia se requieren en esto, como en todo lo que merece la pena.

(3) De tanto en tanto, Dios muestra “paquetes” de cosas, sean heridas o pecados, que hemos de entregar al sacerdote como confesión o para pedir su bendición.

Un Mensaje a los Ministerios de Música

La música está inscrita en nuestro ser. Llevamos ritmo y melodía en los procesos más básicos, incluyendo la respiración y la circulación, así como el acto mismo de nacer. No es extraño que la música tenga tanta capacidad de influencia en nuestra actitud, o en la manera como nos abrimos o cerramos a lo trascendente. Hacer música entraña entonces una gran responsabilidad porque supone acceder a una forma peculiar de influir sobre otras personas.

(1) La música crea una atmósfera; facilita o dificulta un ambiente de fe. Hay que evitar caer en un ambiente puramente de fiesta, si no es de veras un ambiente de fe.

(2) La armonía es muy importante en la música. Nos habla de cómo diversas experiencias de fe, y de hecho: diferentes personas, pueden concurrir en la creación de una sin-fonía. Pero el presupuesto es que haya armonía entre lo que presentamos en un congreso o en un oro, y lo que es la vida nuestra de cada día.

(3) Los ministerios de música son caminos de servicio, y ello quiere decir que la pretensión de protagonismo arruina la obra de evangelización.

(4) Un poco de creatividad es buena porque despierta, inspira y motiva. Pero usar el ministerio para presentar sólo o principalmente las propias inspiraciones va en contra de un verdadero propósito de evangelizar. Una buena medida es que por lo menos dos terceras partes de lo que se interprete en una asamblea ha de ser previamente conocido por la asamblea.

(5) ¿Y cómo está nuestro sentido de pertenencia a la Iglesia Católica? Un exceso de entusiasmos por la música protestante ha producido tres desfases: (a) demasiado subjetivismo y énfasis del “yo”; (b) contenidos doctrinalmente sesgados o incompletos; (c) adaptación de cualquier estilo musical: puede atraer a algunos, pero puede alejar a otros.

Con espíritu de fe y de generoso servicio a Dios y a la Iglesia daremos fruto abundante, en el Nombre del Señor.

Vidas Consagradas, 8 de 12, Espiritualidad de la Encarnacion

Retiro Espiritual con las Dominicas Hijas de Nuestra Señora de Nazareth, del 26 al 31 de Diciembre de 2011. Tema 8: Espiritualidad de la Encarnación.

La Encarnación de nuestro Señor Jesucristo es un evento tan completamente singular que la única comparación posible es con la creación misma. Él es, de hecho, el “primogénito” de la nueva creación.

Si en la primera creación Dios obró a partir de la nada, la nueva “nada” es María Santísima, es decir, su disponibilidad absoluta a Dios la hace transparencia de su obrar e incluso de su ser. La Encarnación ha de ser vista como una especie de creación a partir de la carne de María, a partir de su “nada.”

Pero ese obrar libre y creador de Dios “a partir de” no se puede compaginar con la idea de una especie de intimidad entre Dios y la mujer, que es lo que queda supuesto si uno mira a José como excluido del misterio de la Encarnación, o si se piensa que María aportó sus cromosomas, dejando a Dios la aportación de lo que daría el varón. Dios no viene a reemplazar al varón, sino a bendecir y consagrar el amor de una pareja, pero de un modo nuevo, que sólo puede llamarse virginal. Por eso ha de decirse que María es Madre virginal de Cristo, y José, padre virginal de Cristo.

Esta inmensa santidad tanto de José como de María no fue preservada por Dios por vía de aislamiento, separándolos del mundo miserable y pecador, sino por vía de servicio. En la humildad está el secreto para escapar de las tupidas redes del demonio.

Vidas Consagradas, 7 de 12, Espiritualidad de Nazareth

Retiro Espiritual con las Dominicas Hijas de Nuestra Señora de Nazareth, del 26 al 31 de Diciembre de 2011. Tema 7: Espiritualidad de Nazareth.

Nazareth es una hermosa pero muy humilde villa en Galilea, la región más despreciada de lo que fue la Tierra Prometida. Los creyentes de Nazareth pertenecen, sin duda, a lo que la Biblia llama los “anawim,” es decir, aquellos que han hecho el itinerario completo de la fe, hasta descubrir en Dios su única fortaleza, guía y alegría.

Ese itinerario es el del Antiguo Testamento: es una peregrinación que lleva de los bienes exteriores a las realidades del corazón. Sus etapas principales son: (1) Descubrir que es bueno estar con Dios, y que Él es mi delicia. (2) Darse cuenta de que hay obstáculos que me alejan de ese Dios sabio y bueno, y esos obstáculos los he puesto sobre todo yo mismo, de modo que debo dejar de buscar tantos culpables afuera. (3) Descubrir el regalo y el don de la esperanza, como confianza en Él.

Feliz 2012?

Ha sido tradicional en nuestra lengua castellana saludar por estas fechas usando la expresión muy común: “¡Feliz Año!”

Pero, gracias al calendario maya, muchos creen que hay que quitar el signo de admiración de esa frase, y poner en cambio uno de interrogación. De un modo inaudito, una especie de preludio de pánico se ha adueñado de mucha gente que, medio en broma, medio en serio, mira al 2012 con desconfianza, como un obstáculo que bloquea y no deja ver más allá. No faltan tampoco los que de veras creen que todo acabará en unos pocos meses.

Por mi parte, pienso que en exactamente un año estaré escribiendo un mensaje, deseablemente más animoso, felicitando a todos por la llegada del 2013. Para esa época todos nos habremos reído de buena gana de la casi histeria que por ahora se siente en el ambiente con respecto al 2012. Apuesto doble a sencillo a que veremos más de un titular en esta línea: “El Año en que el Mundo se iba a acabar”…

Por supuesto, no serán los mayas los que determinen mi futuro, ni el futuro del mundo, así que no creo que valga la pena emplear precioso tiempo en recordar o estudiar sus supuestas predicciones. Más interesante, en cambio, me parece tomar el pulso a esa sensación y esa mentalidad de “No-Futuro.” Si hace unos años se creía que ese modo de lenguaje era propio de los delincuentes de bajo estrato social, los hechos apuntan ahora en una dirección siniestra: millones de compañeros nuestros de viaje, abordo de esta nave llamada planeta Tierra, están sintiendo anticipo de esa angustia que antes era propia de unos pocos, a saber, los peor maltratados de nuestra sociedad.

En otras palabras: el mundo se ha vuelto hoy tan inhóspito para la mayoría como antes lo era para los de peor condición. Una especie de socialismo al revés, o nivelación por lo bajo. No es que la riqueza o el bienestar estén llegando a todos, sino que la angustia y la desesperanza han tomado ya presa en una ingente mayoría.

Permítaseme hablar ahora como un occidental, es decir, como heredero de aquella civilización que se fraguó en el encuentro del Evangelio con el Derecho Romano y el Pensamiento Griego. Yo pregunto: ¿De dónde viene ese tono de desesperanza que tanto se ve hoy? No es simplemente de la existencia de problemas, retos o dificultades. Es más bien de la sensación de carecer de recursos para abordar las crisis, las tensiones, las desigualdades, los imprevistos del clima o de la naturaleza. Y mi análisis, que no pretende un ápice de novedad, es que la gente se siente falta de recursos porque ha renunciado a sus dos más grandes recursos: la fe cristiana y la racionalidad clásica. A la fe en el Dios revelado en Cristo se la ha querido reemplazar por una tupida maraña de supersticiones que parecen un mal retroceso a lo que esta misma sociedad occidental llama “pensamiento precientífico.” Y a la racionalidad clásica, que mira con audacia en lo alto del ser y en lo profundo de sus causas, se la ha querido reemplazar por una pura racionalidad tecnocrática, instrumental, unidimensional, humillada a servir al omnipotente dios “Mercado,” quizás como castigo por no querer servir a la Dulce Señora “Teología.”

Ahí encuentro yo la raíz de esa mentalidad apocalíptica, que luego busca evidencias para su postura en cualquier cosa, incluyendo vetustos augurios de chamanes mayas.

Y en ese mismo análisis queda sugerido un camino para una postura más razonable y a la vez más esperanzada. Nos dice Benedicto XVI: Quita la arrogancia intelectual que te impide reconocer al Dios Humilde. Y me permito agregar: Despierta tu capacidad racional más allá del laboratorio y el computador; dobla tu rodilla ante tu creador y alaba, postrado, a tu Salvador, hecho Niño en un pesebre. Descubrirás entonces que hay Uno que es Señor de la Historia, y que su gloria brilla serena año tras año, hasta el fin de los siglos.

Vidas Consagradas, 6 de 12, Maternidad

Retiro Espiritual con las Dominicas Hijas de Nuestra Señora de Nazareth, del 26 al 31 de Diciembre de 2011. Tema 6: Maternidad.

La primera vez que la Biblia alude a ser madre, es con motivo del nombre de Eva, que suele traducirse por “madre de todos los vivientes” pero que igual puede significar “madre de todo lo que tiene vida” o “madre de cada dimensión de la vida.”

La biología y la fisiología mismas de la mujer le dan una capacidad de amplísima percepción y de empatía integral, que hacen de ella, como una Eva, que lleva por dentro un universo posible. En ello hay una enorme riqueza pero también hay una fuente de posibles conflictos con otras “Evas.”

La solución para tal situación suele encontrarse en la combinación de dos cosas: (1) Recurso a la uniformidad (basada en un reglamento) que permite eliminar desperdicio de fuerzas en tratar de imponer gustos o preferencias. (2) La presencia de la “Madre” que con su trato personalizado ayuda a compensar la despersonalización a la que puede llevar la regla, si se idolatra.

Vidas Consagradas, 5 de 12, Fraternidad

Retiro Espiritual con las Dominicas Hijas de Nuestra Señora de Nazareth, del 26 al 31 de Diciembre de 2011. Tema 5: Fraternidad.

No vive la religiosa su consagración en soledad sino en comunidad. Y para ser comunidad no basta con compartir una tarea, que equivale a ser colegas, o compartir un ideario, que equivale a ser camaradas o compañeros. Hay que aprender a ser hermanos.

La Revolución Francesa habló de una “fraternidad” contradictoria, porque carece de padre común. Ese modelo de fraternidad se ha entrado en la Iglesia, y consiste en compartir entusiasmo por un proyecto o por alcanzar una meta. Ese modelo de fraternidad es una trampa para la vida religiosa porque la Hermana que se siente mal o en crisis por definición no comparte el mismo nivel de entusiasmo por los proyectos comunes, y entonces, según este modelo, su conexión de fraternidad se debilita o rompe, llevando al aislamiento. Es un círculo vicioso que puede terminar con la salida de la comunidad.

Tampoco vale hablar de “sororidad,” que equivale a convivencia de quienes se reconocen como hermanas. Una religiosa no vive con mujeres porque le gusta vivir con mujeres sino porque le gusta la Persona, el Mensaje y la Esperanza que Cristo ofrece.

Vivir en fraternidad es, en cambio, reconocer que una misma vida, una misma sangre redentora y un mismo amor del Espíritu nos hacen a unos miembros de los otros. Esto, desde el punto de vista teológico. Desde un punto de vista práctico, la vida en comunidad permite eliminar o disminuir enormemente el “ruido” del deseo, con lo cual es posible amar en libertad.

Ser, pues, hermanos, o hermanas, es un modo de ayudarnos mutuamente en el servicio a Dios y la búsqueda común de la santidad.