Cuando la fe por fin madura

Predicación en el Congreso de Adoración de la Comunidad “Cristo Rey” de la Renovación Carismática en Bogotá, Colombia.

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El Capítulo 6 de San Juan sirve de base para una catequesis sobre lo que es buscar a Dios para resolver uno sus necesidades, o buscarle porque ve en él la fuente de todo bien, por encima de lo que yo estime como bueno o deseable en un momento dado.

Es el paso de “las necesidades” a “la necesidad”; es también el paso de “sobre-vivir” (que es aplazar la muerte) a “tener vida” que es fundarse en el Dios vivo.

Sólo Cristo es Pan Vivo. Los panes “muertos,” es decir, nuestro alimento usual para el cuerpo,, al recibirlo queda en nuestro poder. Comulgar con Cristo, en cambio, es recibirlo vivo, y por lo tanto, Señor, que toma posesión de su trono y del timón de la vida.

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Birth not a moment of magical transformation

“How many Canadians believe that birth is a moment of magical transformation that changes a child from a non-human to a human being?” he asked in the House Thursday. “Perhaps that ancient definition made sense when leeches and bloodletting were standard medical practices, but does it make medical sense in the 21st century?”

vía Birth not a moment of ‘magical transformation’: MP slams anti-science views in rare abortion debate | LifeSiteNews.com.

Espiritu JMJ

“Somos Espíritu Jornada Mundial de la Juventud. Nacimos de la vivencia de la JMJ de Madrid 2011: una experiencia de fe, esperanza, alegría y de encuentro con Jesucristo en torno a su Vicario…”

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Sin miedo a la verdad

El Matrimonio es un sacramento santo. -A su tiempo, cuando hayas de recibirlo, que te aconseje tu director o tu confesor la lectura de algún libro provechoso. -Y te dispondrás mejor a llevar dignamente las cargas del hogar.

¿Te ríes porque te digo que tienes “vocación matrimonial”? -Pues la tienes: así, vocación. Encomiéndate a San Rafael, para que te conduzca castamente hasta el fin del camino, como a Tobías.

La relativa y pobre felicidad del egoísta, que se encierra en su torre de marfil, en su caparazón…, no es difícil conseguirla en este mundo. -Pero la felicidad del egoísta no es duradera. ¿Vas a perder, por esa caricatura del cielo, la Felicidad de la Gloria, que no tendrá fin?

Eres calculador. -No me digas que eres joven. La juventud da todo lo que puede: se da ella misma sin tasa.

Egoísta. -Tú, siempre a “lo tuyo”. -Pareces incapaz de sentir la fraternidad de Cristo: en los demás, no ves hermanos; ves peldaños. Presiento tu fracaso rotundo. -Y, cuando estés hundido, querrás que vivan contigo la caridad que ahora no quieres vivir.

Tú no serás caudillo si en la masa sólo ves el escabel para alcanzar altura. -Tú serás caudillo si tienes ambición de salvar todas las almas. No puedes vivir de espaldas a la muchedumbre: es menester que tengas ansias de hacerla feliz.

No tengas miedo a la verdad, aunque la verdad te acarree la muerte.

No me gusta tanto eufemismo: a la cobardía la llamáis prudencia. -Y vuestra “prudencia” es ocasión de que los enemigos de Dios, vacío de ideas el cerebro, se den tono de sabios y escalen puestos que nunca debieran escalar.

Ese abuso no es irremediable. -Es falta de carácter consentir que siga adelante, como cosa desesperada y sin posible rectificación. No soslayes el deber. -Cúmplelo derechamente, aunque otros lo dejen incumplido.

Mi amigo va a hacer su Primera Comunion

Juan Pablo es hijo de una pareja de buenos amigos: Rafael Peña y Claudia Sarmiento. Con ocasión de la Primera Comunión de Juan Pablo, he preparado este mensaje para él, y para todos los que quieran vivir mejor ese momento inolvidable en la historia personal de fe de cada uno de nosotros.

Aunque, si lo piensas bien, a TODOS nos ayuda recordar y tener bien presente el milagro del amor más grande: Jesús en la Eucaristía.

La crisis de los 40

“Suele ser una crisis de personalidad, que se produce entre los 35 y los 45 años y que coincide, algunas veces, con la mitad de la expectativa de vida para las personas, en la cual se produce una evaluación de la vida, en base a la comparación entre las metas fijadas y los logros obtenidos…”

crisis de los 40

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Acuerdo entre la cultura humana y la educacion cristiana

62. Aunque la Iglesia ha contribuido mucho al progreso de la cultura, consta, sin embargo, por experiencia que por causas contingentes no siempre se ve libre de dificultades al compaginar la cultura con la educación cristiana.

Estas dificultades no dañan necesariamente a la vida de fe; por el contrario, pueden estimular la mente a una más cuidadosa y profunda inteligencia de aquélla. Puesto que los más recientes estudios y los nuevos hallazgos de las ciencias, de la historia y de la filosofía suscitan problemas nuevos que traen consigo consecuencias prácticas e incluso reclaman nuevas investigaciones teológicas. Por otra parte, los teólogos, guardando los métodos y las exigencias propias de la ciencia sagrada, están invitados a buscar siempre un modo más apropiado de comunicar la doctrina a los hombres de su época; porque una cosa es el depósito mismo de la fe, o sea, sus verdades, y otra cosa es el modo de formularlas conservando el mismo sentido y el mismo significado. Hay que reconocer y emplear suficientemente en el trabajo pastoral no sólo los principios teológicos, sino también los descubrimientos de las ciencias profanas, sobre todo en psicología y en sociología, llevando así a los fieles y una más pura y madura vida de fe.

También la literatura y el arte son, a su modo, de gran importancia para la vida de la Iglesia. En efecto, se proponen expresar la naturaleza propia del hombre, sus problemas y sus experiencias en el intento de conocerse mejor a sí mismo y al mundo y de superarse; se esfuerzan por descubrir la situación del hombre en la historia y en el universo, por presentar claramente las miserias y las alegrías de los hombres, sus necesidades y sus recurso, y por bosquejar un mejor porvenir a la humanidad. Así tienen el poder de elevar la vida humana en las múltiples formas que ésta reviste según los tiempos y las regiones.

Por tanto, hay que esforzarse para los artistas se sientan comprendidos por la Iglesia en sus actividades y, gozando de una ordenada libertad, establezcan contactos más fáciles con la comunidad cristiana. También las nuevas formas artísticas, que convienen a nuestros contemporáneos según la índole de cada nación o región, sean reconocidas por la Iglesia. Recíbanse en el santuario, cuando elevan la mente a Dios, con expresiones acomodadas y conforme a las exigencias de la liturgia.

De esta forma, el conocimiento de Dios se manifiesta mejor y la predicación del Evangelio resulta más transparente a la inteligencia humana y aparece como embebida en las condiciones de su vida.

Vivan los fieles en muy estrecha unión con los demás hombres de su tiempo y esfuércense por comprender su manera de pensar y de sentir, cuya expresión es la cultura. Compaginen los conocimientos de las nuevas ciencias y doctrinas y de los más recientes descubrimientos con la moral cristiana y con la enseñanza de la doctrina cristiana, para que la cultura religiosa y la rectitud de espíritu de las ciencias y de los diarios progresos de la técnica; así se capacitarán para examinar e interpretar todas las cosas con íntegro sentido cristiano.

Los que se dedican a las ciencias teológicas en los seminarios y universidades, empéñense en colaborar con los hombres versados en las otras materias, poniendo en común sus energías y puntos de vista. la investigación teológica siga profundizando en la verdad revelada sin perder contacto con su tiempo, a fin de facilitar a los hombres cultos en los diversos ramos del saber un más pleno conocimiento de la fe. Esta colaboración será muy provechosa para la formación de los ministros sagrados, quienes podrán presentar a nuestros contemporáneos la doctrina de la Iglesia acerca de Dios, del hombre y del mundo, de forma más adaptada al hombre contemporáneo y a la vez más gustosamente aceptable por parte de ellos. Más aún, es de desear que numerosos laicos reciban una buena formación en las ciencias sagradas, y que no pocos de ellos se dediquen ex profeso a estos estudios y profundicen en ellos. Pero para que puedan llevar a buen término su tarea debe reconocerse a los fieles, clérigos o laicos, la justa libertad de investigación, de pensamiento y de hacer conocer humilde y valerosamente su manera de ver en los campos que son de su competencia.

[Constitución Gaudium et Spes, del Concilio Vaticano II, n. 62]

Madurez en el Espiritu, 5 de 5, Tu necesitas del Espiritu

Congreso de la Región Centro-Sur de la Renovación Carismática en Chile.

Tema 5 de 5: Tú necesitas del Espíritu

El Espíritu Santo es el fruto por excelencia del sacrificio de Cristo en su cruz. por eso mismo, el Espíritu trae todo el sabor, al esencia misma de su amor y de su entrega “extrema.”

A veces creemos que nos conocemos y que sabemos lo que es mejor para nosotros. A veces creemos que podemos decidir sobre nuestras vidas con autonomía tan grande que basta con proponerse las cosas para lograrlas. Es un poco el mensaje que se vende en la literatura de “auto-superación.”

Pero, aunque es saludable tener un pensamiento “positivo” y una actitud optimista, lo que en realidad sabemos de nosotros es como una lamparita en medio de un océano de ignorancia. San Agustín decía que Dios está más dentro de mí que yo mismo.

Fiarse del Espíritu es darle a Dios la oportunidad de hacer sus obras a su tamaño y a su placer. No podemos ganar más que cuando lo perdemos todo por Él.

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Madurez en el Espiritu, 4 de 5, La Eucaristia y la Cruz

Congreso de la Región Centro-Sur de la Renovación Carismática en Chile.

Tema 4 de 5: La Eucaristía y la Cruz

Es el amor, finalmente, quien nos sana, nos reconstruye, nos alimenta, nos levanta. Por ello mismo, cuanto más grande es nuestra necesidad, más amor necesitamos. Siendo extremo el daño que causa el pecado, porque nos aparta de nuestro bien propio, hay que decir que necesitamos amor extremo.

Según el Evangelio de Juan, ese “amor extremo” se nos ofrece singularmente en el desenlace de la vida de Cristo. Viendo el testimonio de los demás evangelistas, concluimos que la eucaristía, la cruz y la donación del Espíritu son expresión y realidad de ese amor infinito, sin límites, que puede sanarlo todo y que además puede colmar de verdad nuestros anhelos más hondos.

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