Artículos que despiertan el gusto por la formación seria en la fe, y el amor a la Iglesia.
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Alimento del Alma: Textos, Homilias, Conferencias de Fray Nelson Medina, O.P.
FIESTA DE SANTA ROSA DE LIMA, VIRGEN
La santidad no es aventura en soledad sino escuela comunitaria donde todos recibimos de todos.
“Stanton L. Jones, profesor de psicología y rector del Wheaton College de Chicago, contesta en un artículo publicado por First Things (febrero 2012) algunas ideas muy difundidas sobre la homosexualidad, que muchos creen demostradas por la ciencia. Jones, sin embargo, sostiene que las investigaciones hechas hasta ahora no son concluyentes y que en ocasiones se tergiversan o son malinterpretadas por motivos ideológicos.”
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Fray, me hicieron una pregunta: ¿Está bien que una señora que vive sola con un perrito y este se enferma, puede cancelar el estipendio de una Eucaristía por la salud del perrito? Dios te guarde y te traiga con salud. – M.C. (Ibagué).
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No debe celebrarse esa misa con esa intención, aunque tal vez haya algún lugar donde reciban el estipendio.
Una mascota supone un modo de amar que puede ser educativo pero que es incompleto. La mascota no configura un “tú” real sino que es más bien una prolongación del propio “yo.” A pesar de sus rasgos de “personalidad,” y de otros factores que nos hacen ver a las mascotas como semejantes a nosotros, es ante todo nuestra propia observación, y el lenguaje con que conectamos su comportamiento, lo que hace que los veamos tan humanos.
La realidad es que estos animales (y lo mismo vale para las plantas) son sólo espejos de aumento que nos permiten ver con detenimiento aspectos de nuestro propio ser. Por ejemplo: la delicadeza y destreza con que un ave hace su nido nos ayuda a reconocer el rasgo humano que lleva a cuidar de los niños, o por extensión, de otros seres desvalidos. La alegría con que el perro bate su cola al recibirnos en casa nos hace reflexionar sobre lo que significa acoger y ser acogido. Mas esos comportamientos animales (o incluso vegetales) no provienen propiamente de deliberación ni por eso son fruto de voluntad, sino de instinto: están “programados” en las condiciones genéticas y de maduración del animal. Al descubrirlos estamos descubriendo la naturaleza animal en la riqueza que le dio el Creador; no estamos descubriendo un genuino “tú.”
Por eso el amor a las mascotas (que tiene su valor y significado, por ejemplo, como recurso pedagógico) es, desde el punto de vista ético, una variación del amor a uno mismo. Ahora bien, el amor a sí mismo, dentro de ciertos límites, es razonable y hace bien. Si una persona tiene una vivienda en pésima condición, y ora pidiendo al Señor que le conceda un lugar más digno para habitar, creo que nadie criticará esa plegaria. Pero a la vez uno se da cuenta que una oración que no sale del ámbito de lo inmediato de mi necesidad de compañía o afecto tiene una cierta contradicción con el espíritu propio de ser comunidad, y de celebrar la liturgia. Imaginemos una eucaristía dominical, y el sacerdote anunciando la intención de la misa de 12: “En esta eucaristía vamos a orar para que nuestro estimado Jaime pueda mejorar su automóvil…” Aunque uno ve que es entendible que Jaime rece por ese auto de sus sueños, hay algo contradictorio o insuficiente en ese tipo de petición. Es lo mismo que sucede en el caso de las mascotas.
¿Cómo debería orar entonces la persona que, de manera muy explicable, sufre al ver la mala condición de salud o de vejez de su mascota? Desde la humildad, y con un corazón abierto a un bien mayor, podría decir palabras como estas: “Señor, tú me conoces. Tú conoces mi necesidad y circunstancias, y sabes cuánto bien, compañía y alegría ha traído este [animal]. reconozco que tu providencia me ha guiado en todo y que es un don tuyo experimentar que eres bueno en tus creaturas. Si es tu voluntad, yo recibo con agradecimiento que este [animal] mejore en su salud, como una expresión de tu consuelo. Haz también, te suplico, que mi corazón esté atento a todos los signos de tu misericordia y haz misericordioso mi corazón con mi prójimo y con toda creatura tuya. Por Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.”
MEMORIA DE SANTA MARÍA VIRGEN, REINA DEL UNIVERSO
El “reinar” en la Biblia no hay que imaginarlo de manera mezquina sino como un bien que Dios mismo quiere compartir.
Ponencia para el X Congreso de la Nueva Evangelización, celebrado en Cali, Colombia, en Agosto de 2012.
El pan que alimenta y el vino que alegra son un primer simbolismo de la maravilla de la realidad eucarística.
Perderse de descubrir la propia pobreza es perderse de la riqueza de Dios.
“La Oficina de Relaciones con los Medios, de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB), publicó días pasados una lista de diez consejos para los católicos que desean compartir el mensaje del Evangelio en las redes sociales. El documento recomienda conocer las características de los nuevos medios virtuales, cada vez más importantes para el trabajo de la Iglesia y seguir sus reglas…”
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Jesús sufre por cumplir la Voluntad del Padre… Y tú, que quieres también cumplir la Santísima Voluntad de Dios, siguiendo los pasos del Maestro, ¿podrás quejarte si encuentras por compañero de camino al sufrimiento?
¡Qué miedo le tiene la gente a la expiación! Si lo que hacen por bien parecer al mundo lo hicieran rectificando la intención, por Dios… ¡qué santos serían algunos y algunas!
¿Lloras? -No te dé vergüenza. Llora: que sí, que los hombres también lloran, como tú, en la soledad y ante Dios. -Por la noche, dice el Rey David, regaré con mis lágrimas mi lecho. Con esas lágrimas, ardientes y viriles, puedes purificar tu pasado y sobrenaturalizar tu vida actual.
¡Qué hermoso es perder la vida por la Vida!
Si sabes que esos dolores -físicos o morales- son purificación y merecimiento, bendícelos.
Trata a tu cuerpo con caridad, pero no con más caridad que la que se emplea con un enemigo traidor.
¿Motivos para la penitencia?: Desagravio, reparación, petición, hacimiento de gracias: medio para ir adelante…: por ti, por mí, por los demás, por tu familia, por tu país, por la Iglesia… Y mil motivos más.
Predicación para los miembros de SANCTUS Juan Pablo II, en la ciudad de Cali, Colombia.
* Sin conocimiento de Dios no hay vida. Los “zombies” ya existen: andan por nuestras calles, sin saber todo lo que valen para Dios, ni qué esperanzas les ha concedido, ni cuánto y cómo han sido amados.
* El amor es proporcional a ese conocimiento íntimo y personal del Hijo de Dios. Un amor pequeño es que se detiene por obstáculos pequeños. Los amores grandes se muestran venciendo grandes obstáculos y pasando por penalidades inmensas sin detenerse.
* Este es el tiempo para ser generosos con Jesucristo. Las necesidades de la hora presente son inmensas, y a menudo parece que dejamos a Cristo solo, mientras que cualquier desaire o incomodidad nos sirve de pretexto para devolvernos a una vida de confort y de indiferencia hacia el prójimo.
* Pero Dios en su providencia ha querido que cada uno de nosotros sea un instrumento de salvación para otros, a través del testimonio o de la palabra. Nuestro pobre y mezquino modo de amar sólo puede conducirnos a la horrible confusión que tendremos al llegar ante la mirada de Aquel que nos eligió para que fuéramos sus aliados y ayudantes, no sus traidores perezosos.
* Por eso este es el tiempo para implorar fuego grande y amor inmenso, que se irradie a otros. ese es exactamente el amor que confiamos recibir de la Cruz de Cristo porque allí fuimos amados hasta el extremo.
Los ídolos se alimentan de ti; el Dios verdadero te alimenta.
MEMORIA DE SAN BERNARDO DE CLARAVAL
San Bernardo es un faro de esperanza que, casi mil años después, muestra la hermosura de la vida en Dios.
Con la gracia peculiar de tener sobre sí la preocupación por la Iglesia entera, el Papa Benedicto nos invita a todos al Año de la Fe, desde el 11 de Octubre de 2011 hasta el 24 de Noviembre del 2013. El motivo histórico son os 50 años de la sesión inaugural del Concilio Vaticano II invitado. El motivo pastoral es que la Iglesia entera necesita abrir con generoso amor la Puerta de la Fe, más y más, para vivir con mayor fuerza y proclamar con mayor gozo el Evangelio de salvación.
Si esta invitación te cautiva tanto como a mí, te tengo buenas noticias: en nuestra Casa para tu Fe Católica te esperan 20 horas intensas de formación en audio y video, especiales para este bendito Año de la Fe. Haz click en aquello que toque tu corazón:
La fe en la eucaristía es memoria de la invitación de amor que Dios nos hace en su Hijo Jesucristo.