Edicion Especial: Saludo al Sucesor de Pedro

El Papa Francisco en el lenguaje de los tweets:

Papa Francisco

01 de 12 Tu nombre te asocia a los grandes de la humildad, la santidad, la misión y la reforma de la Iglesia. ¡Qué hermoso!

02 de 12 ¡Gracias por tu recuerdo agradecido hacia nuestro inolvidable Benedicto XVI!

03 de 12 Gracias por pedirnos la bendición antes de bendecirnos. Muchos rompimos en llanto de gratitud por eso.

04 de 12 Gracias, porque tu humildad pasó bajo el radar de tantos expertos, que así podrán aprender mucho de ti.

05 de 12 Primer Papa de la Compañía de Jesús: ¡qué tesoro de experiencia traes en ese corazón!

06 de 12 Porque eres latino, algunos piensan que serás menos “fuerte;” pero no se te eligió por latino sino por creyente.

07 de 12 Eres embajador millones de hombres y mujeres de los países en desarrollo. Pero en realidad ya perteneces a todos.

08 de 12 Pareces “medieval” a algunos, y demasiado “progresista” a otros. Esa descalificación simultánea es buen signo.

09 de 12 Tu postura es firme contra la teología de la liberación, y firme es tu amor a los pobres. ¡Gusta esa combinación!

10 de 12 Me gusta el saludo que te dio la Conferencia Episcopal Española: “Tiene el perfil de un santo.”

11 de 12 Desde el Cielo te saluda también Catalina de Siena: “Dulce Cristo en la tierra.”

12 de 12 Santidad: Bendecimos tu nombre y tu vida, Francisco, Papa. Y te ofrecemos nuestra oración, amor y obediencia.

La prueba del exilio

1.- Los hechos

El año 597 Nabucodonosor conquistó Jerusalén y deportó al rey Joaquín y a los magnates de la población (2Re. 24,15-16). Unos años después, el nuevo rey Sedecías, tío de Joaquín, faltando a su palabra conspiró contra el soberano caldeo; si la primera deportación había intentado impedir una sublevación, cuando esta sucede Nabucodonosor actúa más drásticamente: se ve obligado a emprender una nueva ofensiva, asediando y tomando la ciudad Santa en el año 587; la victoria fue seguida de una nueva deportación(2Re. 25, 11-12). Y todavía hay una tercera deportación, en el año 582, probablemente como represalia por la muerte de Godolías, el gobernador puesto por Nabucodonosor sobre Judá.

Quizá el número de deportados no pasase de 20.000. Pero teniendo en cuenta la escasa población de Judá y que además fueron exiliados los más influyentes, las cabezas del pueblo en el aspecto político, social, religioso y económico, la Biblia puede afirmar con razón que todo Judá «fue llevado cautivo lejos de su tierra» (2 Re. 25,21).

Lo más grave de estos hechos y lo más duro para el pueblo de Israel es que humanamente hablando significan el fin de Israel, su destrucción como pueblo: lo más escogido de Israel vive en el exilio, en tierras extrañas, lejos del país que Dios había donado a los hijos de Abraham; el templo, morada de la presencia divina y centro del culto de Israel, está en ruinas; el rey, descendiente de David y representante de Yahveh, ha sido destronado, hecho cautivo y castigado cruelmente (2Re. 25,6-7); la capital del reino, la ciudad santa de Jerusalén, ha sido arrasada. La nación, como tal, ha dejado de existir.

Más aún: todo ello supone una grave prueba para la fe de Israel. Parece que Dios se ha olvidado de su pueblo (Sal. 77,8-11), que se ha olvidado de la Palabra dada, de las promesas hechas a David y a sus descendientes. Parece que está airado contra su pueblo (Sal. 79,5; 80,5). Parece que Yahveh es más débil que Marduk, el dios de los caldeos, los cuales se burlan cruelmente de los israelitas (Sal. 42,11; 80,7). Parece que los atributos más propios de Dios -la misericordia y la fidelidad- quedan contradichos. Y cunde el desaliento: «Andan diciendo -toda la casa de Israel-: se han secado nuestros huesos, se ha desvanecido nuestra esperanza, todo ha acabado para nosotros» (Ez. 37,11).

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SANCTUS, ser comunidad o morir

[Predicación a la Comunidad SANCTUS – Santo Domingo Guzmán, de México, DF.]

* El mayor desafío que enfrenta la Iglesia en nuestro tiempos es la transmisión de la fe a la próxima generación. En muchas partes la fe de los papás ya no es la fe de los hijos. Casos como ele de Irlanda muestran que la práctica de la fe puede irse a mínimos en cosa de dos o tres generaciones.

* El ser humano pasa por varias crisis. Hay quien habla de las crisis de cada siete años. Entre los cuarenta y los cincuenta años de edad llega una crisis fuerte: la de afrontar que habrá cosas que ya NO voy a hacer. Es el momento de definir en la propia mente no lo que uno es sino lo que uno dejará, lo que uno habrá sido.

* Para quienes han vivido sólo atentos a su presente, esta crisis de la edad madura es especialmente dura porque implica darse cuenta que en ellos y con ellos murieron muchas cosas valiosas, por ejemplo: la práctica de la fe.

* Ser comunidad no es un favor que uno le hace a la Iglesia, sino una posibilidad, la única viable, de experimentar y transmitir con provecho la fe.

SANCTUS, Los diversos modos del padecer

[Predicación a la Comunidad SANCTUS – Santo Domingo Guzmán, de México, DF.]

* No todo padecer es fructífero. hay un padecer que es estéril, o perdido.

* Consideramos cinco formas de padecer estéril:

  1. Acomplejado: el que cree que sólo se merece que las cosas le salgan mal, por sus culpas, o porque es “de malas” o porque pesa sobre él fatalismo o un maleficio.
  2. Masoquismo: buscar y a veces obtener placer del sufrir físico, para estímulo fortísimo de los nervios, o emocional, para generar caricias de autocompasión.
  3. Estoicismo: simple soportar, desde la convicción de que hay cosas que no se pueden cambiar.
  4. Cobardía: por evitar problemas futuros, prefiero aguantar males y dolores presentes en los que debería actuar.
  5. Vicioso: consecuencia del abuso del placer; por ejempo, la resaca después de emborracharse. Es un padecer cíclico.

* Y luego consideramos dos formas fecundas de padecer:

  1. Inversión o esfuerzo para lograr un bien.
  2. Ofrecimiento para detener el poder del daño que pasa de una generación a otra, y de una persona a otra.

Y por que la eleccion del Papa no es democratica?

Como millones de personas, he seguido los acontecimientos del Vaticano estos últimos días. Puede ser por mi formación como ingeniero pero la sensación que me deja tanto vestido sofisticado y tanto ceremonial es que las cosas en la Iglesia podría y deberían simplificarse mucho. De pronto llegó a mi cabeza esta pregunta: Si hay entre mil cien y mil doscientos millones de católicos en el mundo, cada uno de esos cardenales representa a cerca de diez millones de personas. ¡Diez millones! Eso es mucha gente. Y la pregunta es si la gente se siente representada por ellos. ¿De verdad hay diez millones que digan: “Ese es mi cardenal; él me representa,” y que lo digan para cada uno de los 115 cardenales? Por otro lado, y dado que ya contamos con tecnología muy avanzada para votaciones, ¿por qué no proceder a un sistema de votaciones directas? Entiendo que ya hay teólogos de avanzada que se han atrevido a proponerlo, primero para las diócesis y luego podría ser para el Papa mismo. ¿Por qué la Iglesia siempre tiene que dejar esa impresión de ser la rezagada, la que no termina de salir de la Edad Media, la que se aferra a antiguos rituales y privilegios? Me disculpa, fray nelson, que sea así abierto y sincero pero es que a veces creo que estas cosas deberían discutirse abiertamente, sin tanto secreto pontificio. – Javier K.

* * *

La manera como se ha dado la historia de nuestros pueblos en Occidente nos hace pensar que la democracia es el mejor de los modos de gobernar o quizás el menos malo. Debe observarse, de entrada, que la democracia es un hecho social reciente, del cual deberíamos hablar más como un experimento en curso que como una realidad consolidada. Al hablar así no presumo que otras formas de gobierno civil, por ejemplo, la monarquía, sean preferibles necesariamente. Sólo quiero que entremos en la discusión con los ojos abiertos.

VotaciónPrecisamente por ser tan reciente, la democracia, globalmente hablando, presenta ya enfermedades de las que no sabemos si hay cura. Conviene mencionar sobre todo cinco.

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Los Catolicoperos

Tristemente y en los últimos tiempos estamos escuchando personas y grupos que hacen de esta frase algo consciente, voluntario y sobre la que se llegan a diseñar toda una estrategia de vida y acción, y que afirman cosas como “yo soy católico, pero mi grupo y yo rechazamos al papa”, “yo soy católico, pero pertenezco a una asociación de apoyo al aborto”, “yo soy católico, pero creo que en la Eucaristía no hay una presencia real de Jesús si no que es solo un símbolo”…son los “catolicoperos”.

Religión de supermercado

Click!

Ha llegado el fin de los tiempos?

[Predicación a la Comunidad Immáh, en Retiro el 10 de Marzo de 2013, en Bogotá.]

¿Ha llegado el fin de los tiempos?

* Hoy en día circula, especialmente por Internet, todo un cúmulo de mensajes de tipo apocalíptico, junto con las más diversas interpretaciones de esos mismos mensajes. Lo inusual de la renuncia de un Papa (Benedicto XVI), despierta curiosidad y preguntas en muchos, y tal es el ambiente que favorece ese tipo de mensajes.

* ¿De qué fuentes provienen esos mensajes? Hay en la Biblia el libro del Apocalipsis; existe también la literatura apocalíptica, dentro y fuera de la Biblia; y hay además una serie de mensajes, que se atribuyen a Jesús o a la Virgen, algunas veces con gran despliegue y aprobación, como es el caso de Fátima, otras veces con alcance más bien modesto, cual sucede con tantas manifestaciones privadas que tienen hoy en día no pocas personas, a las que se suele llamar “instrumentos.”

* Esos mensajes no son consistentes sino que se contradicen bastante. Algunos aseguran que Benedicto XVI fue el último Papa verdadero, de modo que su sucesor sería ya un instrumento del mal; otros en cambio aseguran que el Papa que suceda a Benedicto XVI será especialmente estricto, y por ello será rechazado. Algunos ven la renuncia del Papa como algo inusual pero dentro de lo explicable y normal; otros en cambio sostienen que el Papa fue obligado a renunciar o que se vio abrumado por traiciones, presiones y escándalos y por eso renunció.

* Muchos, en todo caso, creen que se puede hacer corresponder estos hechos de nuestra historia con los relatos del libro del Apocalipsis o con partes de los mensajes cifrados que supuestamente se hallan en revelaciones privadas. Según ellos, estaríamos entrando en una etapa de la historia que se llama “fin de los tiempos.”

* El problema es que esa manera de interpretar la literatura apocalíptica hace de los textos una especie de “guión” de cine que estaría sólo al alcance de gente muy perspicaz. Ambas presunciones parecen ajenas a la Biblia: una interpretación de correspondencia, o de guión de cine, supone una especie de fatalismo y viene a declarar como inútil la apertura del ser humano hacia la conversión. Según indicaba el entonces Cardenal Ratzinger, ya en el año 2000, las profecías son siempre condicionales, porque finalmente la ley último del actuar divino está en aquello de “No quiero la muerte del pecador, sino en que cambie de conducta y viva,” según dijo el profeta Ezequiel.

* Es más correcto y sano leer el Apocalipsis, y toda literatura de su tono, como una invitación perpetua a la conversión y la esperanza, sabiendo que las escenas allí descritas son como prototipos del actuar del mal en sus diversas fases, y anticipaciones también de la presencia salvífica del Dios que nunca deja de ser Dios. El anticristo, por ejemplo, es presentado en singular en el Apocalipsis mientras que San Juan, en su Primera Carta, habla de “muchos anticristos,” donde se ve que una lectura por “prototipos” es más correcta y cercana a la Biblia.

* Queda claro que somos apremiados en la tarea de la conversión y la fidelidad, pero no por vía de pánico ni de lecturas sofisticadas, que en todo caso estarían lejos de la comprensión de los más sencillos. Nuestra fidelidad y caridad al proclamar el Evangelio de salvación son la mejor manera de aguardar al Señor “hasta que vuelva.”

La oracion de intercesion y el caminar en la fe

Lo que mi madre me enseñó sobre la oración

1 Para orar haz buena provisión de tiempo. Las cosas no suelen cambiar en segundos sino en semanas, meses o años.

2 Si te sabes en desobediencia a Dios, tu oración nacerá incrédula, desnutrida, moribunda, ineficaz.

3 Entra en la oración como quien entra en combate, y eso significa: con una idea clara de qué sería gloria para Dios.

4 Ora con tu corazón pero también con tu cabeza. Si identificas bien un obstáculo, concentra en esa batalla tu oración.

5 Los intereses, gustos, simpatías o antipatías humanas no deben distraerte del hecho de que Dios es Señor de todos.

6 Pide en privado y agradece en público. Gózate al final proclamando cómo se ha lucido Dios.

7 Si de veras mereciéramos lo que pedimos, lo exigiríamos; y no seríamos hijos confiados sino mercaderes impacientes.

8 Muchos ignoran el poder de la oración simple y repetida, como es el rosario. No saben lo que logra una gota obstinada.

9 Nada consigue tanto ni lo consigue mejor que la oración. Yo todo lo resuelvo con la oración.

10 Mi vida se ha vuelto una sola oración. Cuando una intención se logra ya aparece otra por la que hay que empezar a orar.