Excelente artículo de ALETEIA sobre el martirio, su lugar y su significado en la Iglesia Católica.
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Alimento del Alma: Textos, Homilias, Conferencias de Fray Nelson Medina, O.P.
Para muchos, LUMEN FIDEI es un documento más; quizás uno de esos que hay que escribir cuando llega el momento de hablar de algo: “Si ahora toca la fe, pues digamos algo sobre la fe…”
La realidad es muy distinta. LUMEN FIDEI es una carta vigorosa, profética, llena de sustancia y sabor. Su lenguaje es sereno pero su análisis tiene toda la profundidad de Benedicto, así como su alcance tiene toda la dinamita de Francisco.
He compartido días de estudio de LUMEN FIDEI con monjas dominicas, en Murcia y Lerma (España). No te pierdas lo expuesto. Te llevarás más de una sorpresa. Haz click aquí.
#LaudesFrayNelson para el Sábado XXVII del Tiempo Ordinario
[REPRODUCCIÓN PERMITIDA – Ayúdanos a divulgar este camino de oración en las redes sociales, blogs, emisoras de radio, y otros medios.]
El Día del Señor aconteció ciertamente: en la carne del Crucificado.
DOMINGO XXVIII DEL TIEMPO ORDINARIO, CICLO C
Agradecer y dar gloria a Dios es darle oportunidad para que siga haciendo su obra en nosotros.
#VisperasFrayNelson correspondientes al Viernes de la Semana XXVII del Tiempo Ordinario
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124 Iluminada por el admirable mensaje bíblico, la doctrina social de la Iglesia se detiene, ante todo, en los aspectos principales e inseparables de la persona humana para captar las facetas más importantes de su misterio y de su dignidad. En efecto, no han faltado en el pasado, y aún se asoman dramáticamente a la escena de la historia actual, múltiples concepciones reductivas, de carácter ideológico o simplemente debidas a formas difusas de costumbres y pensamiento, que se refieren al hombre, a su vida y su destino. Estas concepciones tienen en común el hecho de ofuscar la imagen del hombre acentuando sólo alguna de sus características, con perjuicio de todas las demás.[Cf. Pablo VI, Carta ap. Octogesima adveniens, 26-39: AAS 63 (1971) 420-428]
125 La persona no debe ser considerada únicamente como individualidad absoluta, edificada por sí misma y sobre sí misma, como si sus características propias no dependieran más que de sí misma. Tampoco debe ser considerada como mera célula de un organismo dispuesto a reconocerle, a lo sumo, un papel funcional dentro de un sistema. Las concepciones que tergiversan la plena verdad del hombre han sido objeto, en repetidas ocasiones, de la solicitud social de la Iglesia, que no ha dejado de alzar su voz frente a estas y otras visiones, drásticamente reductivas. En cambio, se ha preocupado por anunciar que los hombres « no se nos muestran desligados entre sí, como granos de arena, sino más bien unidos entre sí en un conjunto orgánicamente ordenado, con relaciones variadas según la diversidad de los tiempos »[Pío XII, Carta enc. Summi Pontificatus: AAS 31 (1939) 463] y que el hombre no puede ser comprendido como « un simple elemento y una molécula del organismo social »,[Juan Pablo II, Carta enc. Centesimus annus, 13: AAS 83 (1991) 809] cuidando, a la vez, que la afirmación del primado de la persona, no conllevase una visión individualista o masificada.
126 La fe cristiana, que invita a buscar en todas partes cuanto haya de bueno y digno del hombre (cf. 1 Ts 5,21), « es muy superior a estas ideologías y queda situada a veces en posición totalmente contraria a ellas, en la medida en que reconoce a Dios, trascendente y creador, que interpela, a través de todos los niveles de lo creado, al hombre como libertad responsable ».[Pablo VI, Carta ap. Octogesima adveniens, 27: AAS 63 (1971) 421]
La doctrina social se hace cargo de las diferentes dimensiones del misterio del hombre, que exige ser considerado « en la plena verdad de su existencia, de su ser personal y a la vez de su ser comunitario y social »,[Juan Pablo II, Carta enc. Redemptor hominis, 14: AAS 71 (1979) 284] con una atención específica, de modo que le pueda consentir la valoración más exacta.
Este Compendio se publica íntegramente, por entregas, aquí.
#LaudesFrayNelson correspondientes al Viernes de la Semana XXVII del Tiempo Ordinario
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Cuatro caminos, enseñados por la Escritura y probados por la experiencia, para crecer en la confianza.
La mejor manera de empezar a trabajar para Dios es darle todo permiso para que Él primero trabaje en nosotros.
#VisperasFrayNelson correspondientes al Jueves de la Semana XXVII del Tiempo Ordinario
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No sólo leerla: ¡estudiarla!
“Este pequeño libro, lleno de vigor y ciencia, ha atraído la atención de los estudiosos sobre todo a partir del s. XVI, y sus afirmaciones han sido muy tenidas en cuenta en momentos de confusión doctrinal, desde las polémicas entre protestantes y católicos del s. XVII hasta la crisis modernista, porque en él se encuentra un excelente testimonio cristiano y respuesta ante los riesgos de escepticismo y de relativismo teológico. En efecto, los temas claves del tratado son: fidelidad a la Tradición y progreso dogmático. El Conmonitorio es uno de los libros que más historia ha dejado en pos de sí. Hoy pasan de 150, entre ediciones y traducciones a diversas lenguas…”
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El filósofo Fabrice Hadjadj, director de Philanthropos, el Instituto Europeo de Estudios Antropológicos (Friburgo, Suiza), analizaba, en una entrevista que reproducimos a continuación, el estatuto del embrión humano.
Respondía al profesor René Frydman que, en Le Figaro del viernes 12 de julio, afirmaba: «Para mí, el embrión no es una persona humana», y declaraba que prohibir la investigación con embriones humanos era «incoherente y retrógrado».
–Muchos afirman que «el embrión no es una persona». ¿Qué piensa usted sobre esto?
– Es curioso, no se busca jamás a un filósofo para practicar una reproducción asistida, pero no se duda en preguntar a un médico sobre cuestiones filosóficas.
»Quiero recordar que la noción de persona es una noción metafísica, de origen teológico incluso, y que no la podemos emplear así como así sin ser más arribista y más vanidoso que «El burgués gentilhombre»[la comedia de Molière, del s.XVII].
»Por otra parte, no sé si usted se ha dado cuenta, pero nos esforzamos en decir «el embrión», sin más. Pero, ¿de qué se trata? ¿De un embrión de vaca, de macaco, de ornitorrinco? No, se trata de un embrión humano.
»A M. Frydman le ha sido fácil argumentar diciendo: «Un ojo no preparado no puede ver la diferencia entre un embrión de ratón y un embrión humano». Él, el defensor del «in vitro veritas», conocedor de la genética y acostumbrado a manejar el microscopio electrónico, repentinamente se niega a ver el código genético de este embrión y promociona «el ojo no preparado».
»¿Implantaría él un embrión de ratón en las mujeres que le solicitan una reproducción asistida? ¿Por qué no, si no hay ninguna diferencia? La evidencia es que el embrión sobre el que estamos hablando es humano. Ningún científico puede decir lo contrario.
»Ahora bien, eliminar a un ser humano es un homicidio. Hacer del ser humano un material excedente es el colmo de la explotación. Y con esto no estoy emitiendo un juicio de valor. Después de todo, puede haber motivos para ser un homicida, y numerosos Estados, en nombre del progreso, han legalizado la explotación y la manipulación de los humanos. Lo que yo reprocho, como filósofo, es que se rechace llamar gato a un gato, y que nos abandonemos a circunloquios para disimular.
Texto completo publicado en Religión en Libertad.
#LaudesFrayNelson correspondientes al Jueves de la Semana XXVII del Tiempo Ordinario
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